No cualquiera se tira un viaje San Salvador-Panamá-México DF y luego casi dos horas en carro hacia Pachuca, y después de tanto trajín, atiende amablemente a los medios, regala autógrafos en camisetas y balones, y posa para los hinchas que aparecen en el hotel. Eso lo hace una persona como “Mágico” González, y esa grandeza de corazón es, en gran medida, la que lo tiene este martes a las puertas de entrar al Salón de la Fama del Fútbol.
Jorge estaba agotado por el viaje, eso no lo pudo evitar, pero conversó con los medios afuera del Hotel Camino Real, al que llegó pocos minutos después de la medianoche del martes. A pesar del frío de la madrugada, que bordeaba los 10 grados centígrados o menos, Jorge apareció con camiseta blanca y escudo salvadoreño en el pecho, un cómodo pants, barba relajada y su legendaria tranquilidad. Lo acompañan en esta experiencia su colega Jaime “Chelona” Rodríguez, ex mundialista de España 1982 junto al “Mago” y ahora presidente del INDES; y el presidente de la Fesfut, Carlos Méndez Florez Cabezas; claro, además de “Ronaldinho”, uno de sus amigos más cercanos.
“Gracias a los aficionados, le tengo mucho cariño para quienes me hacen ser, que por supuesto lo tienen para mí también”, fueron de las primeras palabras que expresó González, ya en suelo tuzo. ¿En qué venía pensando durante el viaje? “Venía pensando en qué decir, si en un momento dado tenga que decir algo, pero creo que lo voy a dejar a la improvisación y, como siempre, hablar con el sentimiento, y por supuesto agradecer a quien haya que agradecer, ya me enteraré bien”, dijo, como ajeno a su ingreso al olimpo del fútbol y a lo que representa.
Eso fue justamente lo que le preguntó EDH DEPORTES: ¿Cómo toma el hecho de compartir un puesto junto a leyendas como Maradona, Cruyff, Pelé, Beckenbauer y más? Mágico respondió a lo Mágico: “No sé, son jugadores de élite, de la élite de la élite, ¿no? No sé ni lo que se siente, porque ahora apenas estoy llegando a que tal vez eso pueda ser. Pero orgullosamente de donde he nacido, de El Salvador. Es una muestra de que los salvadoreños podemos estar con los grandes, en este caso, ojalá sea una realidad por nuestro pueblo”.
En medio de su arribo, y todavía en el frío de afuera del hotel, González no rehuyó a un tema difícil: Los amaños. La entrada de “Mágico” al Salón de la Fama viene a ser una alegría en medio de un tema tan triste, pero que sigue ahí.
“Es una situación y momento bastante bochornoso. Limita expectativas de las que tienen que ser buenas, de las que tenemos que hacer que hayan, que crezcan, que florezcan en nuestro medio, en nuestro fútbol. Ya ahora por lo menos ahora tengo palabras con qué opinar, porque recientemente, cuando nos estaba sucediendo, no dejaba de ser impactante para mí”, resumió Jorge.
Cuando entró al hotel, había al menos cinco personas a la espera de su firma, de una palabra, de un saludo o una foto. No se negó a nadie, y le agradeció a los medios por estar pendientes de él. Crack. Por eso, y por sus míticas jugadas de desparpajo-arte-fútbol en la cancha, este martes ingresará, merecidamente, en la historia eterna del fútbol mundial.
Notas relacionadas:
|