Ya es, casi, una regla. Alianza ha sido literalmente “el papá” de Águila en los últimos tres enfrentamientos oficiales (1-0 y 5-1 en el Clausura 2013 y 2-0 en la primera vuelta actual). Ha sido una pesadilla negra para Águila que este clásico contra los albos tenga un mismo desenlace.
Hace más de un año, Águila sonrió por última vez. Venció 2-0 a Alianza en el Cuscatlán, con goles de Isidro Gutiérrez y Walter Soto.
Desde entonces queda la tarea de revertir esa racha. En la primera vuelta, ese revés contra los albos, con goles de Sean Fraser y Nelson Bonilla, fue el origen del bache en el que cayó el equipo emplumado. Pero su despertar llegó justo cuando salió Vladan Vicevic. Águila suma cinco juegos sin derrotas (uno bajo el mando interino de Omar Sevilla y tres con Raúl Sambulá).
En ambos equipos ven el juego con mucho cuidado, algo parecido a comer un pescado frito donde hay que tener cuidado con las espinas.
El defensa albo Marcelo Messias comentó que “estamos con la moral alta, pero tenemos claro que en un clásico no hay favoritismos y que sólo se gana con garra y mucha concentración”.
Por el lado negronaranja, el delantero Jonathan Águila explicó: “Después de dejar escapar la victoria de local contra Firpo, hemos sacado nuestras conclusiones. Aún pienso que fue doloroso perder contra Alianza en el Barraza en la primera vuelta, porque fue ante nuestra afición”.
Otro juego de alto voltaje es Juventud Independiente-Atlético Marte, dos de los equipos que mejor juegan.
Los opicanos están sufriendo mucho y no han ganado en casa. Para el volante Darwin Cerén “estamos en deuda de local, pero qué mejor recibir a un Marte enchufado. Nos está faltando suerte”.
En Marte se juegan su invicto una vez más, pero para su capitán Erick Molina “estamos comprometidos, respetando a los rivales, pero con mucha ilusión en el torneo”.
La fecha la cierra el juego Dragón-UES, duelo directo por la zona baja de la tabla. Estará caliente.