El clásico nos dejó una particular escena. Mientras Cristiano Ronaldo reclamaba al árbitro Undiano Mallenco, por dos penaltis no marcados al Real Madrid, Leo Messi sonreía al ver los insistentes reclamos del portugués.
Todo ocurrió minutos después del golazo del Alexis Sánchez. Por esos reclamos Cristiano fue amonestado. Al final del partido el delantero blanco llamó “cagón de mierda” a Undiano.