Extorsión, amenazas, racismo, amaños, sobornos, CSJ… No, usted no está leyendo la sección de policiales del diario. Esta es la de deportes. Pero sucede que el fútbol salvadoreño está sufriendo días nefastos y estas son las palabras que encabezarían un imaginario ranking entre las que circulan en este deporte…
Es cierto, tendríamos que estar hablando y escribiendo de un Marte impresionante, de un Alianza en baja, del invicto de Sambulá en Águila o de la irregularidad del FAS. Hasta quizás, y permitan la licencia, de las insólitas quejas de los hinchas de Alianza en serbio (pancarta) y en ?argentino? (?jugadores, ?la concha de su madre?). Pero no, la realidad nos da otra cachetada…
El caso de Christian Esnal es de una gravedad extrema. El defensor de la UES debió prácticamente huir del país por las extorsiones recibidas. Dice que los directivos sabían del caso y nada hicieron, y que temió por su vida y la de su familia durante una semana. No piensa regresar a jugar… ni al país.
El fin de semana se dio en Segunda División otro caso muy grave para el fútbol salvadoreño. Vladimir Díaz, jugador colombiano de Once Lobos, le pegó un cabezazo al árbitro Vicente Ruiz. Quedó detenido 72 horas. El jugador, el entrenador Acevedo y el equipo denunciaron al central por racismo. Ruiz ya había sido señalado por el jamaiquino Garrick Gordon (ex Marte) por un caso similar en enero del año pasado. Investigar y sancionar, si corresponde, es el paso siguiente.
Mientras tanto, sigue el caso amaños, cada vez más lejos de terminar y con nuevas tristes historias por conocer. A las sanciones de Yimmy Cuéllar y Christian Sánchez se sumarán nuevos implicados en los próximos días. Dicen por la Federación que la ?limpieza? continuará… Es su obligación que así sea.
Esto es el fútbol salvadoreño hoy. Sólo queda la dignidad del hincha que va al estadio, paga su ingreso y apoya a su equipo. Ellos, más que nadie, merecen otra realidad.