Decía el poeta español Gustavo Adolfo Bécquer que “el que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo”. Sin jugadores profesionales, algunos en condiciones de pobreza y casi sin tiempo para entrenar, Rudis González tuvo que construir desde los cimientos la selección de beach soccer de El Salvador con, más que futbolistas, pescadores.
Entonces todo fue precisamente imaginar: diseñar un método especial de entrenamientos, encontrar horarios disponibles y trabajar el aspecto motivacional y psicológico. ?Sabíamos que había mucho material humano, porque ellos viven en la costa y eran atletas empíricos?, explica González a FIFA.com. ?Tenían grandes habilidades físicas pero, sobre todo, un gran corazón que los llevaba a querer sacar adelante sus vidas. La selección de playa era una oportunidad para avanzar. Traté de entenderlos a ellos, de conocerlos y, por último, adaptar a eso el trabajo futbolístico?, redondea el entrenador de 42 años.
?Nosotros trabajamos cuatro días a la semana a doble turno. Tenemos el apoyo siempre de la Federación; ellos les dan la parte de los viáticos y eso les sirve para recompensar los días que no van a la pesca. Cuando ellos vieron que los triunfos llegaban y su vida diaria cambiaba, encontraron una gran motivación?.
Paso a paso, sin límites
Su primer intento terminó nada menos que en la clasificación a la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Marsella 2008. Sin embargo, el momento cumbre llegaría cuatro años después, en Rávena 2011. ?Para nosotros ha sido algo muy importante?, opina sin detenerse a pensarlo mucho. ?Es lo más maravilloso que hemos tenido porque dio la pauta para formar nuestra vida. Después de eso hemos recibido apoyos de todas partes y nos ha servido para seguir creyendo en esto que hacemos?, agrega describiendo estos años donde han ido en mejora constante.
Rumbo a Tahití 2013 volvieron a brillar. En el camino, La Selecta dejó a atrás a México y junto a Estados Unidos serán los representantes de la Zona Norte, Centroamérica y Caribe. ?Hay jugadores que tenemos desde el 2007; 7 ó 8 que continúan y son la base de hoy. Esto está bien fortalecido y generan estas consecuencias. No ha sido nada fácil. Sin embargo, haciendo un trabajo con mucho esfuerzo vamos a seguir trayendo alegrías al pueblo salvadoreño?, piensa esperanzado.
Uno de los puntos en los que Rudis González pondrá especial énfasis es en el control del éxito y la importancia de mantener siempre los pies en el piso: ?Estamos manejando muy responsablemente el tema del éxito. Hablamos constantemente que este es el momento idóneo de la vida. Esto es para mejorar y darle un salto de calidad a la modalidad en El Salvador. Estamos manejando todos los aspectos porque sabemos que existe una gran expectativa y hay una gran responsabilidad?, explica.
La mesa está puesta y las ganas no faltan. A pocas semanas para que inicie la competición, todos los miembros de la selección salvadoreña se encuentran entusiasmados. ?Confiamos que todo el trabajo previo a Tahití sea la culminación de todo un proceso que hemos llevado a cabo con una gran continuidad. Estamos claros que va a ser muy difícil contra Argentina, Holanda y el clasificado de Oceanía (NdeR: Islas Salomón). Para eso nos estamos preparando?.
Solo han pasado sies años desde aquel nacimiento y El Salvador pasó de ser un mundo construido por la imaginación de alguien que confió en un grupo de pescadores a un rival al que todos preferirían evitar. La búsqueda de trascendencia no termina y en Tahití buscarán seguir progresando. ?Tenemos la capacidad de hacerlo y estamos siempre dispuestos a un triunfo o a una derrota, pero va a depender de nosotros mismos lo que suceda. Esperamos que sea un resultado positivo?, finaliza.