Once Lobos necesitó que le patearan la cola para reaccionar y remontar en la ida de las semifinales de Segunda División. Firmó un 3-1 que le sirve de colchón para su visita en Ilobasco, la próxima semana. Sin embargo, en su funcionamiento dejó mucho que desear, según explicó su técnico, César Acevedo.
Los yuqueros sufrieron cuando Marlon Guerra adelantó a la visita con su gol a los 51 minutos.
Pero cinco minutos después se vino una falta en el área y el colombiano John Polo -quien en los próximos días se nacionalizará salvadoreño- ejecutó bien un penal y le daba respiro a los lobeznos.
El jugador del partido, Ramón Solís, fue clave en el 2-1 cuando definió de taco una pelota, a los 63?.
Pero a falta de 19 minutos llegó el colombiano Bladimir Díaz para sellar un triunfo que le da dos goles de ventaja en el global.
Para el jugador cafetero, quien pasó detenido por agredir al árbitro José Vicente Ruiz, dijo que el gol le ayudó más a superar el problema que tuvo.
“Estoy agradecido con Dios, con mi familia y el profesor Acevedo por volver a una cancha y marcar un gol, es una bendición porque me ayuda a seguir trabajando a consciencia y con humildad, dejando atrás cualquier problema que tuve. Para mí iremos a Ilobasco creyendo que vamos 0-0 y que no tenemos ventaja”.
Quien no salió con una sonrisa, pese a la victoria, es el técnico César “Piscuchita” Acevedo.
“Satisfecho podría estar por el resultado, no con el rendimiento del equipo… No creo que el equipo se salió del libreto, pero hay que ponerle actitud, temperamento, más carácter”, dijo Acevedo.
El Roble tiene ahora la presión para ganar con diferencia de tres goles si quiere pasar directo a la final y si no le alcanza, la diferencia de dos obligará a un tiempo extra.
En la otra llave semifinal, Pasaquina sacó mínima ventaja el sábado al derrotar 1-0 a Sonsonate con el gol de Kevin Sagastizado. Todo se definirá en el estadio Ana Mercedes Campos.