Llegó con el cartel de goleador. Pasó muchas fechas dormido y terminó despertando en el momento en que FAS más lo necesitaba. El colombiano Jefferson Viveros se convirtió en el “héroe” de los tigrillos, al anotar los cuatro goles en las semifinales, dos por partido, con los que ahora los santanecos están en la final del torneo Apertura 2013.
El delantero cafetero arribó a Santa Ana con la llegada del técnico Jaime de la Pava, producto de la confianza que este le había generado en otros equipos donde habían militado. En la pretemporada muchos le daban la razón al DT, el jugador destacó con goles.
Sin embargo, ya en la fase regular, el cafetero demostró otra cosa. Pasaron muchas fechas sin ver gol. Solo pudo anotar cinco goles, en 18 partidos. La admiración por el goleador se había convertido en dudas, lamentos y hasta reclamos porque cierto grupo de la afición ya no quería al delantero.
Pero había un grupo mayor que le mantuvo la confianza y el apoyo. Sus compañeros también fueron ese respaldo para que el delantero no cayera en desesperación. Con lo de anoche, Viveros brilló en la ciudad morena.
Héroe
Jefferson Viveros nunca ocultó la emoción de jugar una semifinal. En el primer partido, por momentos se notó nervioso, ansioso. Pero fue el que abrió el marcador, a los 25 minutos, con un cabezazo. Luego, cuando Juve había reaccionado e igualado el marcador, otra vez Viveros y otra vez de cabeza (74?), anotó el segundo gol de los tigrillos, en el estadio Cuscatlán.
El sábado, cuando la obligación era ganar, Viveros vino de más a menos, pero volvió a resurgir al anotar el primer tanto, en el 31?, y de cabeza.
Fiesta. No era para tanto. Óscar Cerén anotó el empate
Un ambiente de alegría y emoción pasó a ser de tristeza con el tanto de Óscar Cerén (63?). La desesperación invadió las gradas y el campo de juego. Juve estaba sacando el resultado. Pero la noche estaba para que Viveros fuera el verdugo.
El jugador había pasado desapercibido en varios tramos del encuentro. Hasta que llegó un contragolpe, donde ganó en velocidad y anotó el gol de la victoria (81?), el del boleto que los lleva al estadio Cuscatlán, el otro domingo, para jugar la final.
Al final del encuentro las felicitaciones que recibió el jugador se quedaron cortas. Todo Santa Ana se rindió ante el goleador colombiano y por el que muchos dijeron gracias.
La ovación al final del encuentro fue grande para el cafetero, que llegó hasta donde estaba la barra tigrilla para también celebrar con ellos, mientras estos coreaban su nombre y en el que ahora guardan muchas esperanzas para que este les ayude a conseguir la tan ansiada Copa: la número 18.