Los ojos de los pequeños hablaron por su corazón. Sus sonrisas, por sus pensamientos. Y sus gestos de admiración y agradecimiento a los mundialistas de playa fueron recíprocos con la alegría que los dirigidos por Rudis Gallo les entregaron. Es que los niños de la Unidad de Quemados y Cirugía Plástica del Hospital Nacional Benjamín Bloom fueron visitados por los guerreros de playa, en un actividad social que llenó los espíritus de los jugadores.
Por eso, este domingo, no fue un domingo cualquiera para estos pequeños que intentan recuperarse de sus problemas de salud. Se trató de una mañana especial, porque la llegada de la Selección de Playa dio un suspiro de ilusión y una esperanza para seguir luchando en el nosocomio.
Pasó que aquellos jugadores que solo miran por la televisión estuvieron ahí cerquita, los pasaron a visitar cerca de sus cunas, a la orilla de sus camas, interactuaron con ellos y les estrecharon sus manos y les brindaron palabras de aliento. Algo único.
En la actividad, Gallo conversó con madres de los pequeños quemados. Frank Velásquez fue el más emotivo al acercarse a la mayoría y hasta fotografiarse con ellos. Elías Ramírez le regaló a uno de los chicos una medalla que el hospital Bloom le entregó a cada jugador, como un reconocimiento.
Y mientras atrás iban quedando las expresiones sinceras de los jugadores, también una de las madres quedó conmovida con su visita, se le asomaron las lágrimas y agradeció su presencia en la habitación de su hijo.
Los minutos, sin duda, se consumieron rápido en ese segundo piso del hospital. Porque, además, personal médico como también solicitó fotografías con el plantel. Ellos accedieron a cada petición.
Previo a ver a los pequeños pacientes, el director del Bloom, Hugo Salgado, le notificó a la Azul de Playa que parte del motivo de llevar al equipo a esa sector es hacer consciencia -a través suyo- de los peligros de la pólvora, de cara a la época navideña que ya se acerca.
Salgado explicó que la precampaña, lanzada con el sistema nacional de educación, tiene como lema ?No existe pólvora segura?. La frase la gritó a coro todo el equipo.
También en la carrera
La visita de la Playera se realizó en el marco de la ?VI Carrera Aeróbica del Hospital Bloom?, que contó con la participación de un promedio de 350 personas, entre adultos y jóvenes, en seis categorías distintas, tanto femenino y masculino.
Los participantes adultos hicieron un recorrido de cinco kilómetros, mientras el de los niños fue de 2.5 kilómetros. El objetivo era ?correr por la salud y compartir un rato en familia, con los trabajadores y con los atletas y personas que acompañaron la carrera?, declaró Salgado. Dar igual alegría, en este mes del niño, a los pacientes.
Uno de los detalles fue que el equipo mundialista recibió una placa por parte del Bloom y una medalla por integrante. Y cada jugador estuvo presente al momento de la premiación de la carrera, entregando preseas.
La experiencia con muchos salvadoreños se extendió a las instantáneas, a los apretones de mano y a las frases de agradecimiento por los logros que han alcanzado para el país.