SANTA ANA. Una vez más, FAS dice presente en una final. La figura y su guía: Jefferson Viveros. Y el artífice desde atrás: el técnico Jaime de la Pava. El sábado por la noche, el equipo volvió a cumplirle a su afición, ante un Juventud que nunca retrocedió, pero no pudo frenar al delantero colombiano que anotó un doblete en cada partido.
De la Pava, quien se notaba satisfecho, pero no se atrevió a manifestarlo, habló sobre el resultado: “Teníamos que ser contundentes y se presentaba el 2-1 y ya teníamos que ser muy cuidadosos, estar muy inteligentes y la actitud del equipo. Lo importante es que nunca renunciamos a ganar el partido, ante un buen rival”.
Sobre el hecho de que FAS nunca renunció al sueño, el DT dijo claramente: “No se podía perder la fe, no había mañana, teníamos que ir hasta el final con todo”.
En cuanto al cuadro opicano, el timonel expresó que fue un rival que tuvo su mérito y les hizo un gran partido.
“Juventud es un gran equipo, que juega muy bien, para mí el mejor del torneo, jugando, su mística, entrega. Nosotros teníamos que ser inteligentes, tuvimos un momento difícil del primer tiempo, el equipo muy aplicado en lo táctico, y puntualmente creo que fuimos contundentes”, sostuvo.
Para el equipo tigrillo, la fortaleza del estadio Quiteño, cerrar en casa la serie y el apoyo de la hinchada, que topó casi todos sus graderíos, inyectaron motivación e hicieron su parte para la consecución de la clasificación.
“Indudablemente, sí (ayudó moralmente). Cuando una afición apoya de esa manera, un equipo entrega todo. Es jugador 12 y ellos pusieron lo que tenía que poner y es una mezcla de ambas cosas que sacan esto adelante. Pero nos falta el paso más importante, hay que ganarlo, ese es el más difícil y el más importante de todos, que es la final, ganarla”.
Según De la Pava, no importa el rival al que deba enfrentar el domingo, por el título del torneo, será igual un reto para todo el equipo: “Los dos los respeto muchísimo. Metapán es un equipo aguerrido, difícil; Marte, una gran campaña, juega muy bien al fútbol, creo que está al nivel de Juventud en cuanto a las ideas muy claras de conceptos tácticos de juego que tienen. Los dos van a ser muy difíciles por algo llegan a la final”.
Por el tema de la expulsión de Alex Larín, quien no estará en la final, aseguró: “Alex ha sido fundamental, pero siempre el grupo sabe que el juegue es importante”.
Para finalizar, y ante la pregunta de qué sentía, el técnico respondió: “(Sonrisa sincera y nervios en su rostro) el domingo hablamos (risas). Sí, faltan 90 minutos, estoy contento, pero falta…”.
Cafetero goleador
Sin duda, el éxito de FAS pasó por los goles de Viveros. El delantero reflejó su alegría y afirmó: “Gracias a Dios se me dio la oportunidad de anotar. El objetivo es que el equipo gane, dejar la vida en la cancha, pelear cada pelota hasta lo último. Sabíamos que Juventud también iba con ese objetivo y gracias al apoyo de la gente, pude anotar y darle la alegría, pero todavía no hemos ganado nada”.
“Estamos concientizados de que tenemos 90 minutos más para levantar la copa, así que a seguir trabajando humilde y fuerte. Hay que estar tranquilos, sabemos que no hemos ganado nada y a darle con todo”, manifestó.
Después, recalcó: “Ese es el objetivo (salir campeones), desde que llegué aquí. Estamos felices, pero falta, sabemos que faltan 90 minutos y hay que dejar la vida, sino no va a valer de nada”.
“Nunca perdimos la fe. Hemos estado muy apegados a Dios, nos ha ayudado mucho también la unión del equipo y el trabajo, hemos sido constantes y nos hemos motivado y somos un grupo muy unido”, agregó el cafetero.
Y de la “Juve”, opinó: “Lo único que sé es que enfrentamos a un gran rival, excelente y fue un partido muy parejo, felicitarlo por haber llegado a esta instancia”.