El sueño era alcanzar o superar el histórico cuarto puesto en Ravena. No se logró, pero a pesar de ello, se puede firmar que El Salvador sigue en la elite de esta modalidad de fútbol playa.
En la arena, no demostraron ser menos que España, semifinalista que hoy enfrentará a Brasil. Hasta el propio entrenador, Joaquín, lo dijo con honestidad: ?El partido lo pudo haber ganado cualquiera de los dos. Y hubiera estado bien?.
Tras un opaco debut, la Selecta se recuperó de la mejor forma y le propinó a Holanda una de las mayores goleadas del mundial: 5-1 con autoridad, contundencia y gran demostración de juego colectivo. La verdadera Selecta playera estaba de vuelta. La noche mágica del Tin Ruiz y su grito por quintuplicado fueron la gran actuación individual que se vio en todo Tahití 2013. Nadie en este Mundial jugó un partido tan grande como fue el de Ruiz aquella noche.
Y la eliminación a manos de España. Injusta, con un gol de otro partido. Una chilena hizo la diferencia y los europeos se llevaron una victoria con un planteo cauteloso, sin merecer más que la Azul.
El Salvador se fue de Tahití con la frente en alto. Es cierto, esta vez no hubo semis, pero a no olvidarse: está entre los ocho mejores del mundo. Y su nivel daba, inclusive, para algún otro paso más. El prestigio ganado en Ravena se ha defendido en Papeete, con momentos de gran nivel y respeto generalizado. Que a nadie le queden dudas: a Selecta playera sigue en la elite de este deporte.