Ya había escuchado que al comité organizador de los XVII Juegos Deportivos Bolivarianos les tocó correr. Porque no terminaron algunas obras en escenarios en Trujillo fue el motivo real para que Lima y Chiclayo se convirtieran en subsedes. Pero eso no es todo….
Las delegaciones visitantes les ha tocado convivir con las dificultades y la de El Salvador no es la excepciòn. El viernes fue un día perdido para las selecciones de basquetbol femenino, judo, ciclismo y natación. No había gimnasios disponibles para ejercitarse y no había transporte para viajar vía terrestre a las otras sedes. Aunque de ùltima hora se logrò que el equipo de ciclismo se fuera a Chiclayo donde pasarían cerca de 16 horas de camino. Los demás tuvieron que esperar a salir hasta el sábado por la mañana.
Pero había otro problema, Atletas y delegados oficiales del COES tenían programado participar de la inauguración de los Juegos en Trujillo y para llegar hasta ese destino tocó viajar por 12 horas. Llegaron ajustados a esta cabecera del distrito de La Libertad.
Fue una situación ajena a sus posibilidades, toda la logística estuvo a cargo del comité organizador. Pero no sólo El Salvador se fue en la colada si no un grupo reducido de Panamá y Venezuela que iban en el mismo bus. De la fatiga hubo espasmos musculares y tendinitis en algunas jugadoras de baloncesto que luego tomarían otro bus que las llevaría a Chiclayo. Simplemente tocó correr.