Imagínese un lugar donde pequeños y grandes pueden simular que patean penaltis a Oliver Khan, Dida o Iker Casillas, medir la potencia de sus disparos y compararla con Roberto Carlos, Roberto Baggio o “Chaco” Giménez, simular que fichan con un club profesional de fútbol, diseñar el escudo de su propio equipo, conocer la historia de este deporte desde sus inicios la Italia antigua, disfrutar vídeos con jugadas impresionantes, meterse en un futbolito gigante completado por humanos.
Todo esto y muchísimo más es el Centro Interactivo Mundo Fútbol, un lugar de 14 mil metros cuadrados, pensado única y exclusivamente para que el visitante se sumerja de forma total en el mundo del deporte más popular del planeta.
Mundo Fútbol está ubicado dentro del Parque Ben Gurión, el mismo complejo donde está el Salón de la Fama del Fútbol, mismo que tiene forma de balón y mide 40 metros de altura. La entrada al centro interactivo cuesta 135 pesos (unos 10 dólares), y a cada persona le entregan una tarjeta electrónica, con la que pueden hacer uso de las más de 50 actividades o juegos en el lugar. Arriba de 120 mil personas visitan el lugar año con año, y la cifra aumenta.
Hay futbolitos, pantallas digitales con historia y momentos importantes del fútbol mexicano e internacional, y pensamientos de grandes personajes del balompié, como Cruyff, Di Stéfano, Gullit. La historia del fútbol es narrada por Melquíades Sánchez Orozco, la voz oficial del estadio Azteca.
Afuera del centro principal hay un mini estadio con pasto sintético: La experiencia es completa, y según Hugo Juárez, uno de los encargados principales del lugar, toda la visita puede durar hasta tres horas, para que los niños -sobre todo- puedan disfrutar a pleno todas las actividades.
Este centro es propiedad de Grupo Pachuca, un monstruo empresarial en el fútbol mexicano, que no solo posee además a los Tuzos sino también a clubes como León y Estudiantes Tecos, además de la Universidad del Fútbol de Pachuca.
Su visión deportiva y de negocios les llevó a construir este Mundo Fútbol, único en el planeta. Un lugar que ya quisiéramos tener en El Salvador, por la manera en que los pequeños salen enamorados (y más informados) de lo que significa el fútbol, y todo lo que gira alrededor de “la caprichosa”.