Se trata de Joao Rodrigo Silva Santos, quien fuera un exjugador brasileño de 35 años que militó en la mayoría de los equipos de segunda división en Río de Janeiro. Fue su esposa, Geisa Silva, quien se encontró la cabeza del exfutbolista cuando abrió la puerta de su casa para irse a su trabajo.
La policía de Río de Janeiro investiga el asesinato. Hasta el momento no saben quién está detrás del hecho. Según medios locales, la esposa de Santos, laboró para la policía local en una de sus barriadas, pero como trabajadora social que daba lecciones de natación, no como policía. Ella le dijo a los investigadores que no sabía de amenazas contra su esposo.
Santos comenzó su carrera como futbolista cuando tenía 16 años, y jugó con varios clubs, entre ellos el Bangu (1996-2005), según su biografía disponible en un sitio no oficial del club. En 1998 jugó para el Olimpia, de Honduras, y en el 2003 jugó con el Oster, de Suecia.