Fue lo mejor del Mundial. La fiesta de clausura tuvo colorido, música, raíces tahitianas, enorme vestuario y coreografía y sobre todo emoción. Mucha emoción. En el final, todos los voluntarios bailando y haciendo caótica la ceremonia de cierre, fue el broche que faltaba para despedirse y hacer inolvidable la noche.
Sabrina, la que cantó “Beach Soccer Tahití” e hizo cantar a miles de salvadoreños, fue la encargada de ponerle el ritmo en vivo. Ahí, los rusos dieron el show cuando entraron a bailar alrededor de la copa.
El Beach Soccer se despidió de Tahití de la mejor manera. Fue la fiesta de la gente. Portugal 2015 espera el próximo mundial.