Considerado por muchos el mejor extranjero que alguna vez llegara a El Salvador, integrando junto a una gran camada de jugadores un equipo que imponía respeto, tanto dentro como fuera de nuestro país. ¿Quién pudiera negar que David Antonio Pinho sea una de las grandes glorias del CD Águila de San Miguel?
Y es en este contexto en que el próximo sábado 7 de diciembre se esta realizando en el estado Barraza de San Miguel, un partido de fútbol en honor a este gran futbolista y excelente persona, que no solo jugó en la liga salvadoreña por casi 15 años, sino que se fue a vivir a Nueva York, donde siguió compartiendo su vida con los mismos salvadoreños, dentro y fuera de las canchas de futbol.
Procedente de su Brasil natal, Pinho llega a El Salvador, a los 20 años de edad, un 20 de diciembre de 1968 y el siguiente año arrancó el torneo local como mediocampista del equipo emplumado. Tiempo después se casa con una migueleña, con quien procreó una familia con 4 hijos salvadoreños y vivió todo ese tiempo felizmente en El Salvador, donde siempre se sintió querido y respetado por el equipo y la afición.
Según sus propias palabras, Pinho jugó con el Águila hasta en 1982, aunque al finalizar esa temporada, ese año terminó jugando en el Platense de Honduras junto al Pele Zapata.
?El incremento de la violencia política y la muerte del Cisco Díaz, un gran amigo personal y compañero del equipo, quien fue ametrallado en San Miguel a finales de los 70?s y a quien yo extrañaba mucho, hicieron que junto al Pele Zapata emigráramos ese año para el futbol catracho?, comenta Pinho muy detalladamente, aunque de eso hace ya mas de 30 años.
Cuando regresaron de Honduras con Zapata, ya no se pudieron inscribir en la liga mayor, así que les dieron la oportunidad de jugar con AGAVE en la liga de ascenso para no quedarse parados toda esa temporada; lo que al final de cuentas terminó en que dicho equipo quedara campeón y lograra el ascenso a la liga de privilegio.
La calidad futbolística de Pinho estaba más que reconocida en el ambiente nacional, por lo que en varias ocasiones reforzó a otros equipos locales en torneos regionales. Jugó con el Atlético Marte, el Alianza e incluso con el Platense de Zacatecoluca, equipo con el que quedaron campeones del Torneo Fraternidad Centroamericana.
Sin embargo llega el momento en el que Pinho debe tomar una decisión importante, pero dolorosa para él y para su familia; dejar el país e irse para los Estados unidos. Finalmente emigró hacia la ciudad de Nueva York en abril del 83, donde encontró a muchos ex compañeros de la liga salvadoreña, jugando allá en las ligas centroamericanas, como era el caso de Genaro Sermeño, un ex seleccionado nacional que había jugado en el FAS.
Al echar la vista atrás, después de todos estos años, Pinho todavía guarda en su memoria algunas anécdotas del futbol salvadoreño. ?Durante el campeonato 1975-1976 nosotros en el Águila habíamos hecho una gran temporada, nos habíamos clasificado a las semifinales como 5 partidos antes de cerrar el torneo. Todo parecía ser una semifinal accesible para el club?, recuerda el brasileño.
No obstante, a ellos les tocó que jugar esa serie con el equipo de la Universidad de El Salvador(UES), que en el primer partido les ganaron con un contundente 3-1;. ?Aquello fue una debacle y eso hizo que yo pasara una navidad horrible en San Miguel ese año. Peor aun cuando me cuentan que un aficionado del Águila se había suicidado por aquella derrota del Águila ante la UES?, recuerda el futbolista con cierto pesar en sus palabras.
Ya en el año nuevo, fueron a San Salvador a jugar el otro partido y aunque poca gente confiaba que ellos pudieran superar aquel marcador tan adverso, terminaron ganando el partido con un lapidario 5-1 a la UES. ?Sí hubiéramos tenido que meter mas goles los hubiéramos hecho, por toda la motivación con que llegamos a ese partido?, recuerda Pinho, quien además agrega que el seguidor de Águila debió haber esperado el resultado de aquel segundo partido, en vez de quitarse la vida, pero así es el futbol, pura pasión.
Finalmente Pinho acepta que lo más frustrante de su paso por El Salvador fue su salida del país cuando comenzó el conflicto armado. ?Yo soñaba con terminar mi carrera allí y luego dedicarme a entrenar equipos locales, ya que el futbol es mi vida, eso es lo que hice siempre y dirigir el Águila fue siempre un sueño lejano en mis proyectos de vida. Pero las circunstancias me forzaron a dejar el país, en el que ahora voy a estar de regreso?, puntualizó con una incontenible alegría.
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