¡Tetramundialistas!

[NOTA Y FOTOGALER??A] La Selecta Playera empató 3-3 con México y le venció 1-0 en penaltis. Clasificó al Mundial de Tahití 2013, que será su cuarta copa del mundo seguida

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Chelo, campeón dobles

Por Carlos Vides @celvides

2013-05-12 2:20:00

“¡Sí, sí, sí, nos vamos a Tahití!”, gritaron los seleccionados playeros ayer, mientras con sus manos hacían números cuatro, en señal de felicidad por haberle regalado a El Salvador un cuarto boleto a una copa del mundo, que será en la isla del continente oceánico en septiembre próximo.

Si lo del viernes ante ticos y jamaiquinos fue una novela, una montaña rusa, lo de ayer fue ciencia ficción, una locura infartante, en un duelo contra México que comenzó como una partida de ajedrez, y terminó tomando el dramatismo de un combate de boxeo, en un golpe a golpe que terminó mandando a la lona al número uno de Concacaf, nuestro gran archirrival en la cancha: “el Tri” azteca, el gigante, quedó fuera del Mundial.

Aunque no anotó, el motor que despertó a la mejor versión de la Selecta Playera fue Agustín Ruiz, el número 10, que regresó tras no poder jugar los dos últimos encuentros por una lesión en su pie izquierdo. Después de pasar acostado y sufriendo de lejos, y someterse a no menos de 10 inyecciones y terapias, “Tin” se recuperó y pudo aportar su velocidad, desborde y asfixiante presión sobre los defensas contrarios.

Con Ruiz ya en la cancha, y el envión anímico que eso significó para el grupo, los salvadoreños salieron “a romperse la madre” (como lo dijo Frank Velásquez) con los aztecas, pero con inteligencia, con paciencia, con esa madurez que este grupo ha alcanzado, lo que le permitió imponer su ritmo.

México había goleado 10-0 a Canadá y 9-1 a Trinidad y Tobago, pero no había sido exigido por la marca férrea y permanente de los muchachos de Gallo. Ayer, sintieron esa mordida desde el principio y todo el tiempo, y se quedaron sin respuestas.

A pesar de que El Salvador lucía mejor, los mexicanos sacaron oro en un pequeño pestañazo defensivo, en un cabezazo en primer poste de Jorge Rodríguez. Pero los cuscatlecos no se cayeron con ese gol, sino que redoblaron esfuerzos, concentrados, y justo encontraron el empate parcial en el segundo periodo, gracias a una anotación de Elmer Robles, que estuvo atento para empujar la bola en un centro de córner del “Tin” Ruiz.

Fue en el tercer periodo que este partido de fútbol playa se convirtió en un duelo pugilístico, porque se mataron a golpes y goles, en un duelo ríspido, apretado, cerrado, a muerte.

Walter Torres anotó cuando faltaban nueve minutos para que finalizara el juego, cuando recibió un pase de Ruiz y definió; pero México regresó al juego con el tanto de Ángel Rodríguez, también de cabeza, cuando apenas restaban dos minutos.

El juego entró en otro estado de locura cuando Frank recibió una pelota solo, logró girar y anotó cruzado el que parecía el gol de la clasificación, con apenas tres minutos para que finalizara el juego… Pero estaba escrito que el camino de la Selecta Playera sería de sufrimiento, y cuando apenas faltaban 20 segundos para el final, los aztecas se fueron por el milagro y lo encontraron en otro gol de testa, de Morgan Plata, que cerró un centro alto de izquierda a derecha y puso el 3-3 definitivo.

En el tiempo extra de tres minutos hubo aún más drama y jugadas apretadas, pero no goles. Ahí fue clave una tapada espectacular del joven Herbert Ramos, que salió a jugarse el físico ante el jugador mexicano; y otro disparo que pegó en el poste y que Ramos cazó justo sobre la línea.

Y tocaron penaltis, que en fútbol playa son a muerte súbita. Ramón Raya, técnico de los aztecas, hizo cambio de arquero y mandó a tapar a Héctor Robles, pero la táctica no le funcionó.

Ramos, un joven de apenas 23 años, y que lleva solo nueve meses practicando el fútbol playa, respondió a la confianza del cuerpo técnico y compañeros con una tapada monumental, enorme, al negarle el gol a Ricardo Villalobos.

Todo quedaba en los pies de Walter Torres, que jugó el partido con un fuerte dolor en la ingle. Frío, como con hielo en las venas, el 7 de la Azul Playera tomó el balón, mientras sus compañeros estaban hincados, rezando detrás suyo; y su derechazo fue certero, violento y preciso, inatajable para el meta azteca.

Torres se quitó la camisa y corrió hacia los aficionados salvadoreños que estaban en las gradas. Todos sus compañeros saltaron a la arena del Malcolm Park, y ya la fiesta salvadoreña estaba desatada. Lágrimas, manos al cielo, el profesor Gallo alzado en hombros por sus muchachos, el número 4 en las manos de todos. Y la oración.

Hicieron rueda para agradecerle al creador por esta clasificación con cara de milagro, que tan imposible parecía cuando habían caído por goleada ante los ticos. Y la historia continúa. Hoy, a las 3 p.m. hora salvadoreña, la Selecta Playera intentará ganar un segundo título de Concacaf, como ya lo hizo en 2009, y así poner pie en Tahití 2013 como monarcas de la región.