El uno por uno de los Guerreros de playa

En cortito, te presentamos el análisis personal de cada uno de los jugadores de la Selecta de playa que logró el boleto a Tahití

descripción de la imagen
El Tin es una de las piezas más importantes en el equipo por su aporte goleador y motivación al grupo. Foto EDH.

Por Carlos Vides/Twitter: @celvides [ENVIADO ESPECIAL A NASSAU, BAHAMAS]

2013-05-14 2:48:48

Herbert Ramos: Una de las revelaciones del torneo para El Salvador. El profesor Gallo le dio confianza para debutar en el arco nacional ante Jamaica. Ante los ticos cometió errores e hizo un penal que allanó la goleada rival y se fue expulsado. Reapareció ante México en un partidazo, donde incluso tapó un penalti en la muerte súbita. Con 23 años, el jugador del Huracán de Tercera División tiene un horizonte promisorio en el fútbol playa.

Eliodoro Portillo: Nadie puede negar sus condiciones como guardameta playero, pero tuvo que pasar al banquillo ante el buen momento de Ramos. “Leo” vio minutos cuando expulsaron a Herbert frente a Costa Rica, y defendió el marco salvadoreño en el cardíaco 8-4 ante Jamaica. Cumplió con su cuota.

Wilber Zabala: Una torre de defensa en el fondo cuscatleco, el de Isla Rancho Viejo lució impasable para los rivales. Firme en el juego aéreo, sólido en la anticipación, limpio en la marca. Ha mejorado muchísimo, e incluso aportó un golazo de tiro libre. Nadie se acordó de que acaba de ser operado. Una garantía. Y eso que jugó aquejado por dolores en sus piernas.

Elías Ramírez: “Dinho” colaboró reventándose como cierre. No hizo un mal torneo, pero cometió varias faltas que provocaron tiros libres a favor de los rivales, sobre todo ante Costa Rica. Es un jugador  con experiencia que sabrá mejorar a futuro. No estuvo al cien porque estaba tocado físicamente. Supo responder.

Elmer Robles: Uno de los héroes silenciosos de este grupo. Hizo seis goles (incluido un “hat trick” en el segundo partido contra Jamaica) e hizo al menos un gol en cuatro de los cinco partidos disputados por la Selecta. Recuperador en la media, repartidor de juego en esa zona, su inteligencia y solidez es fundamental en el esquema de Gallo. Bujía.

Roberto Membreño: Con 32 años, es el veterano del grupo, pero se fajó como el que más. Solo hizo un gol, pero fue clave, el decisivo 8-4 en el segundo partido contra los “reggae boyzz”, que impulsó a la Selecta Playera a semifinales. Normalmente entró de recambio para oxigenar el ataque. Tiene otro rol: Aconseja mucho a los más jóvenes.

Frank Velásquez: El capitán terminó con ocho anotaciones (cuatro a Jamaica, dos a Costa Rica, uno a México y uno a EE.UU.), hizo goles en todos los partidos disputados, y mostró que las lesiones y su operación son cosa del pasado. Su aporte es indiscutible; aun así, la afición salvadoreña sabe que el 11 playero puede dar aún más, porque a ratos estuvo intermitente, como en el juego contra los ticos. Frank es uno de los mejores jugadores del área de Concacaf y Tahití 2013 lo espera para demostrarlo una vez más.

Agustín Ruiz: El buque insignia, el alma y corazón de esta Selecta Playera. Lo eligieron Jugador Más Valioso del torneo y no por casualidad: Su espíritu guerrero guió a sus compañeros en momentos decisivos, como la batalla de semifinales contra México, el juego clave que significó el pase a Tahití 2013. Marcó tres goles (dos a Jamaica, uno a Estados Unidos). Superó una durísima lesión en el debut ante Jamaica, y aunque se perdió los dos siguientes, reapareció para convertirse en el líder que es.

Walter Torres: El 7 de la Selecta Playera hizo un sólido torneo, con seis anotaciones (tres a Jamaica, dos a Costa Rica y uno a México), y el país debe agradecerle el temple que tuvo para definir el penalti decisivo que significó la clasificación a Tahití 2013, y que dejó en el camino al archirrival, México. Torres, de Costa del Sol, disputó el torneo con fuertes dolores en la ingle, e incluso le aplicaron terapia con electricidad para poder jugar.

Tomás Hernández: El de La Pirraya, otro de los experimentados del grupo (28 años), es clave en el equipo, no solo por su aporte para recuperar la pelota y darle salida a sus compañeros, sino por la energía que transmite. Es de los que más grita indicaciones, incluso desde el banquillo, y entiende la modalidad del fútbol playa a la perfección. Le marcó un gol a Costa Rica.

Rubén Batres: Con apenas 22 años, ya vivió su primera experiencia en eliminatoria con Selección. Sólo jugó un partido, el segundo contra Jamaica, en el que le hicieron un penalti que supo concretar. Movedizo y con destellos de habilidad, pagó su derecho de piso, pero tiene futuro en esta modalidad.

Heriberto Parada: Otro joven del grupo, con 24 años. Tiene que crecer. Solamente jugó ante Costa Rica, y cometió varios errores que lamentablemente colaboraron en el 12-5 del rival. Fue apenas su primer Premundial. Con voluntad, mejorará en este deporte.