Después de diez años del descenso, Dragón regresó a la primera división. El cuadro ?Escupe fuego? ganó en el partido de vuelta (3-0) al Ciclón del Golfo y remontó la serie con un global (3-1), que les permite el ascenso.
Un mejor ambiente que el de los tres partidos anteriores. Sin embargo la temperatura se mantuvo en las mismas alturas, aunque lo que agobiaba era la humedad. En las gradas, las aficiones se encargaron en darle el colorido a este duelo.
En la cancha, los mitológicos no dieron espacio a las especulaciones y desde un principio salieron a proponer, partiendo con tres delanteros: Vásquez, Iglesias y Mejía.
Mientras Ciclón fue tradicional y mantuvo su idea de juego, pero todavía sin arriesgar con Franklin Webster, quien tuvo que ser suplente al no estar al cien por ciento de la lesión muscular.
Cuando el partido inició se notó rápido la estrategia de los dos equipos, con Dragón presionando la salida de los unionenes, que jugaban con más paciencia, aguantando desde su media cancha, solo dejando en punta a los dos delanteros Rafael Flores y Nelson Reyes, quienes por su velocidad, eran la mejor arma de los visitantes.
Muy trabado arrancó el partido, con cierto desorden, sin ningún control en la media cancha. Pero fue el Ciclón que tuvo la primera oportunidad sobre portería rival, a los seis minutos, con un tiro libre cerrado de Nelson Reyes, quien exigió en la estirada al portero Felipe Amaya, por cualquier cosa.
De ahí, hubo un momento donde los de La Unión mantuvieron un acecho sobre los dragonianos. Las llegadas por las bandas, para ganar profundidad con una centralización, con el que ganaban algún tiro de esquina.
El técnico del Ciclón, Jorge García, quería aprovechar el ordenamiento defensivo que habían ganado, para tener lo más lejos de su sector el balón. Esa idea era la que exigia mantener el DT, para también jugar con la desesperación del Dragón, que a pesar de ser el obligado, no pesaba en veinte minutos de partido.
La afición migueleña también notó eso y exigía desde las gradas a su equipo para que tuviera alguna reacción. Esta no llegaba, no tenían idea de juego los dragonianos que solo llegaban por impulso de ganas y no por idea de juego.
Ciclón presionando, solo le quedaba el contragolpe a Dragón, con el que llegó por banda izquierda. En el 28? construyó una jugada que culminó con el disparo de Rommel Mejía, quien desde el borde del área sorprendió al portero Abiel Aguilera y convirtió el primer gol del partido, el que significaba la paridad en el marcador global (1-1).
Un nuevo partido se comenzó a jugar a partir de este momento. Las cosas estaban emparejadas y los mitológicos habían levantado cara. Ciclón estaba desconcertado, con esta anotación y fue más duro el castigo, cuando Dragón encontró el segundo tanto.
Sobre el 34?, después de una falta sobre Vásquez, surgió un tiro libre que cobró José Iglesias de pierna derecha, con mucha potencia y volviendo a sorprender al portero Aguilera, quien tampoco llegó a pesar de la estirada.
Dragón ya tenía la doble ventaja, con la que remontaba la serie y ahora obligaban a Ciclón a cambiar la estrategia. Por eso llegó el hondureño Webster antes de que terminara el primer tiempo. Con eso, el equipo también pasó a jugar con tres delanteros.
Pero el catracho no pasaba su mejor momento físico, las resacas de la lesión no dejaron que este se exigiera profundamente en el partido y pasó a ser un jugador más dentro de la cancha.
El diálogo en el medio tiempo sería importante, para revertir la situación. Igual para Dragón, que quería mantener esta ventaja.
Pero la defensa sería el mejor ataque de los migueleños, quienes salieron jugando como finalizaron la primera parte. Mientras Ciclón parecía no salir del asombro por estar perdiendo el partido.
Dragón tuvo las primeras oportunidades frente a portería rival, con dos disparos: uno de Santos Ortiz, que se fue desviado, y otro de Iglesias, que controló el portero Aguilera.
Del Ciclón solo provino un disparo de Rafael Flores, que se fue por muy lesjos sobre la portería de Amaya.
El segundo tiempo ya era más estratégico, donde la tranquilidad de los mitológicos lo hacia desenvolverse con más inteligencia y eso era lo que pedía su técnico, Mario Martínez, quien se enfocaba en dirigir a sus defensores.
Pasados los veinte minutos del segundo tiempo, Dragón pasó a jugar con el tiempo para hacer crecer la desesperación de los visitantes, del que solo a Nelson Reyes se le notaba la voluntad de querer encontrar el gol.
Pero en los momentos finales, Dragón ya no quiso arriesgar más y cedió terreno al Ciclón, que llegó pero siguió sin tener idea, no había orden, ni orientación del jugador que les abriera los espacios, del que Dragón trató de cerrar, con seis defensores y tres volantes más.
El aguante le permitió al Dragón tener una más, para convertir el tercer gol, en un contragolpe de tres migueleños contra dos defensores unionenes. Iglesias pasó a Vásquez, quien no pudo contra el portero Aguilera. Pero la pelota quedó suelta, para el remate de Santos Ortiz, con un globito, en el 88?, con lo que se sentenció el partido, la serie y el momento de gloria.