Balance positivo

Contrario a lo que dicen los resultados, El Salvador ganó más de lo que perdió si se hace un análisis de su participación en el Mundial de Turquía. Lo bueno. Lo malo. Lo que sigue

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La Azulita regresa al país este lunes a primera hora, tras hacer escala en Los ??ngeles. Foto EDH: archivo.

Por Claudio Martínez [ENVIADO ESPECIAL DE EDH DEPORTES A TURQU??A] Twitter: @martinezchino

2013-07-01 3:15:34

Si antes de partir hacia Turquía alguien hubiera asegurado a la Selecta que en su edición debut sumaría puntos, ganaría un partido y anotaría  dos goles, más de uno habría firmado eso con los ojos cerrados. Para qué negarlo, el miedo a  hacer  el ridículo, a volver a sufrir goleadas o a pasar algún papelón flotaba en el ambiente, y había varios pesimistas -u oportunistas, como se les quiera llamar-  que estaban esperando un fracaso.

Pues bien, la selección cumplió con creces en primera presentación en un Mundial juvenil. No es una  visión conformista, sino realista. Es cierto que se pudo llegar más lejos, y que con estos mismos números (3 puntos, -5 de diferencia) en otras ediciones se hubiera metido en los octavos de final. Pero lo que ha logrado este grupo -básicamente conformado con jugadores de Segunda y Tercera categoría- es para aplaudir.

Una de las claves, sin duda fue  la preparación previa y el campamento en Antalya. Al menos  en los últimos dos meses, el proceso de El Salvador no difirió mucho de las  otras selecciones mundialistas, y los tres amistosos previos dieron una pauta de dónde estaban parados. Ante Malí, Uruguay e Iraq, los muchachos del Tuco Alfaro se convencieron de que la distancia futbolística con la mayoría de los equipos no era sideral. Con la mayoría, no con todos. Sirvió, además, para adaptarse al país, a su clima, al cambio de horario y a sus costumbres.

El Mundial

Aun así, y debido a la inexperiencia, El Salvador sintió el impacto en su debut frente al local en Trebisonda. No tanto por el amiente hostil, que no lo hubo, sino por los propios nervios del primer partido. “A algunos jugadores les pesó la responsabilidad”, dijo Tuco Alfaro, quien tenía mucho miedo por lo que podía pasar en los primeros 20 minutos. No se equivocó. Su insomnio estaba justificado.

El equipo arranco mal, sin sostener la pelota y desde los 8? ya perdía 1-0. Después, una vez que se asentó, ya pudo dar batalla y contó con algunas ocasiones, pero nadie fue capaz de neutralizar al talentoso Sahin, que hizo dos goles y dio una asistencia. ?Sólo ese hijo de p? nos ganó el partido?, tiró el Tuco, en caliente, muy a su estilo.

Pagado el derecho de piso, ante Australia se vio un equipo diferente, desde lo mental a lo futbolístico. Con Granitto por Maikon Orellana (adelantó a Barahona por la izquierda) fue dominador de gran parte del juego, impuso su estilo y, lo más importante, se repuso  de gol rápido con mucha entrega y personalidad. Tuvo para liquidarlo con un remate de Barahona y un tiro libre en el travesaño de Granitto, pero acabó sufriendo por una desinteligencia  entre Baumgartner y el portero Morales que provoco un tiro libre indirecto dentro del área en el 92? que dejó sin uñas a medio país.

Solo por esa noche gloriosa en Rize, la de la victoria, la de los goles de Coca  y el Puma Peña, la Selecta ya había justificado su viaje a Turquía.

En el último partido, más allá de las ganas y la ilusión, la Selecta se topó de frente con un tren de alta velocidad. Así podría describirse a Colombia, un equipo consolidado, con varias piezas  importantes como Córdoba, Rentería o Palomeque, y un crack como Juan Fernando Quintero, reciente adquisición del Porto por 10 millones de euros.

Pese a las  dos  derrotas, el  balance ha ido positivo. “Me voy satisfecho por lo que hicimos, más teniendo en cuenta que era nuestra primera participación y los rivales que nos tocaron?, dijo el Tuco Alfaro. ?A todos mis compañeros les pongo un 10?, agregó el capitán René Gómez.

Aspectos positivos

Primero la victoria, los goles ?ambos de buena elaboración- y el excelente trabajo colectivo ante Australia. Tanto fue así que los turcos acabaron gritando ?¡¡¡El Salvador, El Salvador!!!? al finalizar el partido. La reafirmación de Diego Coca como el hombre que pone la magia, las diabluras de Jairo Henríquez,  el oficio de René Gómez, la pujanza de Granitto, la fuerza de José Peña para pelear solo arriba, las subidas de Lemus, la polivalencia de Barahona y la sobriedad de Olivier Ayala y Marvin Baumgartner. Además, tanto hablamos de los problemas de altura, de los goles recibidos de pelota parada, del equipo más bajo del Mundial? Y a El Salvador no le anotaron ni un gol de cabeza en Turquía.

Lo negativo

La falta de experiencia se notó sobre todo en los arranques de los partidos, y en algunas jugadas puntuales, con jugadores muy nerviosos, incapaces de sostener la pelota como lo saben hacer. Varios goles vinieron de malas entregas, que tomaron al equipo mal parado. Al equipo le faltó fútbol, sobre todo ante Turquía y Colombia: casi no generaron ocasiones de gol, apenas dos o tres y así es difícil. Hubo dos jugadores que estuvieron por debajo de su nivel. Uno es Rolando Morales, el portero, él mismo lo reconoce. Por momentos le faltó serenidad y por otros reflejos, esas dos cualidades que lo hicieron uno de los máximos héroes de Puebla. El otro fue Maikon Orellana, en quien Alfaro confiaba mucho. Rindió menos de lo esperado, quizás porque todavía siente unas molestias musculares que no lo dejan explotar del todo, y perdió la titularidad después del debut, aunque ingresó como sustituto en los dos juegos siguientes.

El futuro

Esta selección, tal como está, será la que disputará el año próximo los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014 en Veracruz, además de ser la base de la Sub 23 que jugará el clasificatorio olímpico rumbo a Río 2016. Llegará rodada y experimentada, con un Mundial encima. Además, hay cuatro jugadores de esta Sub 20 que tienen la edad para participar del próximo Mundial de la categoría, a realizarse en Nueva Zelanda 2015: son Carlos Cañas, Romilio Hernández, José Villavicencio y Óscar Rodríguez, todos clase 1995.  

Turquía 2013 también fue una gran vitrina para todos los jugadores salvadoreños, que cosecharon elogios que en breve podrían convertirse en contratos de trabajo en clubes del exterior. Nadie ha querido adelantar nada, pero no sería extraño que al menos tres futbolistas reciban algún tipo de propuesta. Como sea, eso les ayudará a madurar, a ganar roce internacional.

Si a esto le sumamos que la Primera División sólo permitirá jugadores Sub 20 a partir del próximo torneo en las reservas, el panorama parece algo más alentador. Sin duda que habrá más para escoger. Además de Fesa y su inconmensurable contribución, también el resto tendrá para aportar. Las estructuras del fútbol salvadoreño todavía necesitan un gran cambio, pero hay algunos pequeños detalles que invitan a soñar.