¿Y hacia 2015, qué?

[OPINI??N] La experiencia en Turquía 2013 no debe caer en saco roto, sino ser el punto de partida para repensarnos

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Continuidad, una palabra de poco manejo en nuestro fútbol. Foto: EDH / Raúl Benítez

Por Carlos Vides / Twitter: @celvides

2013-06-29 2:52:32

El Mundial Sub 20 es cada dos años. El próximo es en Nueva Zelanda, en 2015. ¿Estará El Salvador ahí? ¿Merece nuestro fútbol llegar a otra Copa del Mundo juvenil? Para que las respuestas lleguen y sean positivas, tenemos que lograr que esta experiencia en Turquía 2013 no caiga en saco roto, en muchos sentidos.

Con el ánimo de abonar, dejo algunos apuntes para que las fuerzas de nuestro fútbol, con sus blancos, negros y grises, lo consideren.

1. No se le ha dado seguimiento a la Sub 17 que dirigió José Luis Rugamas, y que fue eliminada en diciembre 2012. Esto es un error. El error que siempre cometemos. La actual Sub 20 falló cuando estuvo en ese nivel, y ahora ya jugó un Mundial. A esos chicos Sub 17 hay que darles seguimiento, fogueo, trabajo. En ellos, y en los refuerzos oportunos, está la llave para decir presente en Nueva Zelanda 2015.

2. Tampoco hay que desarmar a esta Sub 20. Sus elementos pueden ser la base de una Sub 21 más rodada y competitiva, que participe en los CAC de Veracruz 2014, luego en las eliminatorias hacia Rio 2016 y, por qué no, que sume hacia Rusia 2018.

3. Nuestro fútbol (Fesfut, equipos, dirigentes, técnicos, Gobierno, empresas, patrocinadores) debe pensar en la fórmula para que existan fuerzas básicas bien estructuradas. Ya lo hacen en todo el mundo y nos estamos quedando atrás. Si no trabajamos desde abajo, esta participación juvenil en un Mundial será solo una anécdota, una rareza, y no volverá a repetirse en el tiempo.

4. Una vez nuestro fútbol (de forma global) determine el camino a seguir, el mismo debe ser recorrido sin colores ni banderas políticas. No tiene sentido hacer un plan futbolístico nacional que caduque con cada administración de Gobierno. Debe superar las ideologías y las gestiones quinquenales.

5. Para cerrar, y sin ser pemimista, creo que no veré hechos realidad los puntos ilustrados del 1 al 4. No pasará nada porque no hay voluntad , valentía ni liderazgo. Hay excusas, egos, envidias, cortoplacismo y desunión. Esas piedras forman la ruta que venimos recorriendo desde hace décadas. Ya sabemos adónde nos lleva. ¿Cuándo diremos basta?