Fueron apenas 270 minutos de fútbol. Con toda la magia y todo el encanto que sólo el deporte puede lograr en tan poco tiempo. Tres partidos y miles de sensaciones. De la desilusión del debut a la felicidad inconmensurable por un 2-1 que ya se instaló en la historia…Rize, Australia, Coca, Peña, son lugar, rival y apellidos que se mencionarán mucho de aquí en adelante en cada plática futbolera, en cada “café de especialistas” de la redonda. Después, el cachetazo final colombiano, esperable de un equipo del cual un solo jugador (el 10, Quintero) ya fue vendido en 14 millones de dólares….
La alegría de la Sub-20 debe disfrutarse ahora pero su trabajo deberá ser sostenible en el tiempo. Caso contrario aumentará el riesgo de quedar como una generación “perdida”. Una más, como tantas otras que ya hubo, aquí en El Salvador, y también en otros países. Dependerá también del futuro inmediato de los jugadores. El crecimiento, está claro, será mayor si la carrera la pueden continuar en alguna liga más importante que la salvadoreña. Y guiar los pasos también afuera del campo servirá para que estos talentos mantengan la frescura de su atrevimiento pero también la disciplina que requiere hoy un jugador profesional. Que los Coca, los Jairo, los Olivier Ayala, los René Gómez y los Puma Peña no sean en el futuro nombres únicamente recordados por esta Sub-20. Talento a su edad, tienen: se codearon con los mejores en amistosos previos y en el Mundial, y salvo momentos ante Colombia, no fueron pasados por arriba.
Un párrafo aparte merece el cuerpo técnico. El Tuco Alfaro, antes castigado, criticado y hasta envuelto en esa generalidad de “la generación del 82”, como si eso fuere un deshonor en vez de un halago (como debería serlo en realidad), demostró que tiene pasta para dirigir esta y otras selecciones. Hoy, su aceptación parece ser generalizada porque supo contrarrestar críticas siempre fiel a su estilo. Su contrato se vence en diciembre y no renovárselo sería un retroceso. Los resultados (de este y otros torneos) lo avalan. No estaría mal que comande un grupo de entrenadores y se haga cargo de todas las selecciones menores en un trabajo integrado.
Por último un agradecimiento. Por esta clasificación y por este Mundial, no se vieron en los medios nacionales portadas con las rimbombantes presentaciones de Guardiola o Ancelotti, por ejemplo. Se vio el fútbol salvadoreño, jugadores del país, como debiera ser moneda corriente… Gracias Sub-20.