El entrenador salvadoreño, Angel Orellana, puso fin a su trabajo con el Xilotepelt de la primera división de Nicaragua, puesto que no recibió lo que la directiva le había prometido y tampoco cumplieron con las condiciones para los jugadores.
Desde el inicio no pintó bien el panorama, puesto que en el periodo de pretemporada surgieron los primeros problemas. El equipo solo tenía dos pelotas para los entrenos y hasta el inicio del torneo, ya contaban con seis balones. Sin embargo, no era una cantidad suficiente para el Xilo ni para ningún equipo.
Orellana cmentó que tampoco hubo las condiciones que necesita un futbolista y fueron parte del detonante para tomar la decisión de abandonar el equipo.
Llegó al país el pasado 22 de febrero y por ahora trabaja con un equipo del torneo estatal en El Salvador, a la espera de una oportunidad en el fútbol nacional.
Orellana ha tenido un buen desempeño en el balompié pinolero, puesto que en su primera experiencia llevó a la final al Diriangén y perdió. Luego dirigió en segunda y también llevó a la final al Real Madriz.