¿Qué hizo?
Su debut en primera división lo hizo vistiendo los colores del Atlético Marte en 1998, al que llegó a petición del entrenador Armando Contreras Palma. Pero tras completar tres años con el “Bombardero marciano”, sin lograr título alguno, en 2001 pasó a jugar con el Municipal Limeño.
“Al Atlético Marte le agradezco el que me haya a dado la oportunidad de debutar en la Liga Mayor, lastimosamente no logramos trascender en cuanto a resultados deportivos se refiere. Luego, el año de los terremotos pasé a jugar con el Municipal Limeño, donde tuvimos más protagonismo como equipo, pues logramos llegar hasta semifinales”, recordó.
De los referentes de la época en el equipo de Santa Rosa de Lima, Mario Pablo mencionó a los hermanos Rudis y Magdonio Corrales, Josué Nahún Galdámez, Santos Noel Rivera, Elmer el “Pando” Martínez, Manuel Carranza Murillo, Oris Velásquez y, entre los extranjeros, al uruguayo Raúl Falero.
“Con Municipal Limeño siempre logramos entrar a semifinales, pero no alcanzamos a conquistar el título, pero fueron casi tres años bastante interesantes, porque fuimos protagonistas en cada uno de los campeonatos que jugamos”, indicó.
De su buen paso en las filas del conjunto santarroseño, Mario Pablo sin darse cuenta llamó la atención de la dirigencia aliancista, que le llamó ese mismo año para que se uniera a este plantel, algo que siempre anheló, pues reconoce que desde pequeño le atrajo este equipo.
“Ahí me encontré con jugadores de la talla de Mario Elías Guevara, Nelson Nerio y los uruguayos Alejandro Curbelo y Luis Espíndola, qué más referentes del Alianza de esta década que estos jugadores, que le han dado mucho a esta institución”, asegura Mario Pablo.
Fue con este equipo que obtuvo su primer título del fútbol de primera división, en 2004, cuando enfrentaron y derrotaron en la final por la vía de los penaltis a FAS. “Fue una final vibrante y que el título se definió a favor de Alianza con aquel penalti que cobró tan magistralmente Alejandro Cubelo (a lo Panenka), y de inmedito la alegría estalló entre la afición alba”, recuerda.
Fue un título que disfrutó al máximo, pues era el primero y si bien dos años más tarde volvería a festejar otro más, lo importante era festejar el presente, pues lo que iba a pasar en el futuro era algo incierto.
Más conquistas
Pero su trajinar en el fútbol mayor le tenía deparada otra sorpresa y al año siguiente, 2005, el entonces presidente de FAS, Reynaldo Valle, le contrató para que defendiera los colores tigrillos. Según recuerda, fue un campeonato atípico, pues a los pocos días de haber firmado contrato, surgieron problemas entre la dirigencia y Valle se fue del equipo.
“El ambiente para mí no era el mejor pero yo seguí y tuve bastante participación en el campeonato, al final fuimos protagonistas y nos metimos a la pelea por el título, el cual peleamos con Águila y lo perdimos, por lo que nos conformamos con el subcampeonato”, contó.
En 2006, cambiaría de aires una vez más y se iría más al extremo de la zona occidental, pasó a integrar el 11 Municipal y le fue tan bien, que él confiesa que tampoco se lo imaginó al comienzo de su etapa con este equipo.
“La verdad es que una vez más fui bendecido por Dios, pues llegué a un equipo que en teoría es considerado chico y el panorama para hacer algo trascendental no era muy favorable, pero ya sobre la marcha todos los jugad0res nos aplicamos lo mejor posible en cada partido, los resultados se fueron dando y el entusiasmo fue en aumento, tanto así que llegamos a la final”, recordó.
Esta final se la ganaron a FAS por 3-1 y de pronto se encontraba celebrando otro título. Mario Pablo cuenta que esto lo disfrutó de manera especial, porque en semifinales habían dejado en el camino a Águila, que en el juego de ida les había ganado 4-1, pero ellos le devolvieron la dosis en el duelo de vuelta y así avanzaron a la final, donde supieron ser campeones. Un recuerdo imborrable en su vida.
¿Qué hace?
Tras su retiro forzado a raíz de un lamentable accidente de tránsito ocurrido el 30 de julio de 2008, Mario Pablo, que para ese entonces prestaba sus servicios para el Nejapa (también de Primera División), debió pasar seis meses fuera de las canchas, para luego intentar volver a jugar y lo logró; pero en 2010 optó por retirarse definitivamente, porque las secuelas del accidente aun seguían ahí, latentes.
“La verdad es que nunca pude recuperarme totalmente y por ello tomé la decisión de retirarme del fútbol, al cual sigo ligado gracias a que Dios sigue bendiciéndome; ahora trabajo con las escuelas de Boca Juniors, una institución de mucho prestigio a nivel mundial y para mí es una satisfacción ser parte de esta escuela”, dice.
Antes de llegar a las escuelas de este equipo argentino en e lpaís, Mario Pablo trabajó con el Nejapa en Segunda División. Paralelo a esto, se dedicó a prepararse como entrenador, y de hecho ya concretó su primer logro, pues el pasado sábado se graduó de entrendor Clase “C”, diploma con el cual, según lo explicó, puede dirigir en 3a. división y puede ser auxiliar técnico en la Primera. “Me ilusiona mucho la idea de llegar lejos en esta profesión, Dios dirá”, afirmó.
Perfil y triunfos
Nombre Mario Pablo Quintanilla
Data Lourdes Colón, Puerto de La Libertad, 6 de febrero de 1978
Edad 35 años
Estado civil Acompañado con Marta Alicia Guerrero
Hijos Ariel, Diego, Sofía, Irving y Katerine
Deporte Fútbol
Posición Volante mixto
Equipos Atlético Marte, Alianza, FAS, Municipal Limeño, Once Municipal y Nejapa.
Palmarés Campeón con Alianza (2004), campeón con 11 Municipal (2006), subcampeón con FAS (2005), semifinalista con Municipal Limeño.