Sensaciones encontradas en el tema “amaños”. Tristeza, es inevitable. También decepción y amargura. Pero a la vez queda la sensación de que la noticia, a pesar de tardía, es buena. Por supuesto. Saber que se puede cortar de raíz algo tan establecido como arraigado en el fútbol salvadoreño es un dato alentador.
A pesar de las sospechas fundadas, la realidad siempre da algo más. Y en este caso es la impunidad con la que se movían amañadores y amañados, ahí a la vista de todos. No deja de sorprender. La reunión previa al partido con Venezuela en San Benito, admitida públicamente por varios protagonistas, así lo indica.
Víctor Turcios se decidió hablar en una cadena internacional. Y aunque su declaración tuvo ciertas contradicciones, sin dudas fue el puntapié inicial para que se decidan autoridades deportivas y fiscalía a tomar cartas en el asunto. De una buena vez. Ya antes, declaraciones con nombre y apellido y “on the record” no habían causado el mismo efecto. En El Desempate, el programa de Radio 102nueve, Fito Zelaya había acusado a Marvin González: “si tiene consciencia que diga lo que hizo en la Selección”. Y el propio “Cuate” Castillo había dicho que no lo habían dejado citar a Mardoqueo por el tema amaños. Autoridades decidieron no escucharlas o dejarlas a un lado, quizás menospreciando a los medios nacionales. Pero cuando se insistió con el tema y se amplificó a nivel mundial, su efecto fue determinante.
Hoy, con sanciones deportivas al caer e investigaciones judiciales en curso, la justicia es una alternativa en la que se puede volver a creer. Aunque las sensaciones se sigan entremezclando.