Es increíble cómo este grupo de “guerreros playeros” convierte la presión en motivación, los nervios en goles, la tensión en eficacia. No era fácil ganarle a Jamaica ayer. Es uno de los equipos que más han crecido en el fútbol playa en el Caribe, como lo dijo Rudis Gallo al finalizar el partido. Pero fue un 7-2, un debut con goleada en este Premundial de Concacaf que se realiza en Nassau, Bahamas, un gran inicio en la ruta hacia Tahití 2013.
Además, como efecto secundario, El Salvador mandó un mensaje claro a sus rivales: Lo del cuarto lugar en Rávenna 2011 no fue casualidad, y tampoco desestabiliza al grupo que todos lo den como favorito. Prueba de ello es no solo el resultado, sino también la concentración que mostraron los salvadoreños en todo momento, incluso sin mucho regocijo o euforia en la celebración de los goles.
Ha sido un gran inicio en el Premundial, pero no perfecto. Lo dijo Gallo. Para él sus muchachos debieron hacer más goles y más rápido. Liquidar al rival desde el primer periodo. Y eso que sus guerreros lo intentaron, con disparos al poste, chilenas, intensidad. Tanto, que Walter Torres y Agustín Ruiz abrieron el marcador, y cerraron esa primera manga con un 2-0 a favor.
Pero lo que trajo el desagrado de Gallo fue que su Azul no mantuvo bien el orden ni cumplió en la definición, y eso trajo el 2-1 parcial, a cargo de Simpson, que convirtió un penalti provocado por Elías “Ronaldinho” Ramírez. Y aunque luego Elmer Robles y Frank Velásquez estiraron la ventaja a 4-1 para El Salvador, apareció luego Peddie para acortar distancias a 4-2, casi al cierre de la segunda etapa.
Jamaica estaba a solo dos goles de empatar un partido que había sido controlado por los cuscatlecos, pero ahí apareció la experiencia, el resultado del roce internacional y del avance que ha tenido la Azul Playera en cuanto a madurez, calma y control en esta modalidad.
No solo supieron sostener la ventaja, sino que la aumentaron, al aprovechar los nervios de una Jamaica obligada a remontar y que dejó espacios que los salvadoreños usaron al máximo. Los “reggae boyzz” se desmoronaron anímicamente, comenzaron a reclamarse entre sí y a meterse con el referí, y se salieron mentalmente del partido.
Así, llegaron tres goles más para los cuscatlecos, para que sus tres autores terminaran con dobletes: marcaron “Tin”, Frank y Torres; este último casi hace un “hat trick”, porque le pegó justo antes de que sonara la “chicharra” del final del partido, pero la bola pegó antes en la arena, y por eso los jueces no validaron el que pudo ser el 8-2.
La mala noticia del partido fue que, en el tercer periodo, tras marcar su gol y cuando El Salvador ganaba parcialmente 5-2, Ruiz sufrió un planchazo de un rival, lo que le dejó muy lastimada y con sangre la uña del dedo gordo de su pie izquierdo. Tuvo que abandonar el encuentro, pero se espera que esté listo para enfrentar a Costa Rica mañana.
Un triunfo ante los ticos (que hoy juegan contra Jamaica) le abriría las puertas a El Salvador al primer lugar del Grupo C, un cupo que es importante asegurar, para evitar un posible cruce contra México, que previsiblemente ganará el Grupo B.
La marejada azul salvadoreña pasó ayer por Malcom Park, y dejó una oleada de goles. Pero esto apenas comienza.
Si los mismos jugadores no se permiten euforia, tampoco debería hacerlo la afición. Paciencia y confianza. El camino hacia Tahití ha comenzado con pie firme, pero es larguísimo. Mañana tocan los ticos…