Para que el fútbol playa de nuestro país siga dándole alegrías a El Salvador, es necesario que aparezcan nuevos talentos, porque los “Tin” Ruiz, Tomás Hernández o Frank Velásquez y demás no serán eternos. Lo sabe bien el seleccionador Rudis Gallo, y por eso pide más apoyo para la Liga de Fútbol Playa de El Salvador, que se está realizando en nuestro país, pero sin mayor respaldo.
“Los torneos se están desarrollando en la zona costera del país, se realizan con la supervisión de la Adfa (asociación departamental de fútbol aficionado) de cada lugar. Hay de 10 a 12 equipos en cada torneo, sancionados por la Federación”, explica Gallo.
De estos torneos han surgido ya varios talentos para fortalecer a la Selección, piezas como Elmer Robles (titular indiscutible en el grupo), Herbert Ramos (arquero revelación en el reciente Premundial de Bahamas, en el que tapó un penalti clave a México, para sellar el boleto a Tahití 2013); los jóvenes Rubén Batres y Heriberto Parada (quienes debutaron en Nassau) y otros elementos con proyección como Nixon Aguilar, Éder Ramos, Edson González o Melvin Segovia.
“Todos ellos han salido de los distintos torneos de cada departamento, y eso es bueno e importante para el grupo, porque le mete presión a los que ya fueron a mundiales”, dice Gallo.
Pero para que sigan surgiendo talentos, y que así El Salvador se mantenga por mucho tiempo como una potencia en el fútbol playa de Concacaf, Gallo considera que es necario que esta Liga de Fútbol Playa tenga más desarrollo.
“Mucha gente no sabe, pero la Fesfut a cada Adfa, de las siete que hacen torneos de fútbol playa, les ha entregado mallas, metas, banderines, silbatos, uniformes para árbitros, pelotas… Pero hace falta más. Debe involucrarse la empresa privada, el Gobierno central; así como los gobiernos municipales de cada localidad. Esto es para todos, para el país, ganamos todos”, reflexiona.
Por ahora, hay torneos de fútbol playa en La Unión (playa El Tamarindo), San Miguel (El Cuco), Usulután (en las islas La Pirraya, Rancho Viejo y San Sebastián, todo en la Bahía de Jiquilisco); La Paz (Los Blancos), Ahuachapán (Barra de Santiago), Sonsonate (Metalío) y La Libertad (El Majahual). De todos los anteriores, solo en Barra de Santiago hay un estadio permanente para la práctica de este deporte, construido por la Alcaldía de Jujutla.
Además, Gallo confía en que el deporte crezca, porque ya hay otra cancha de fútbol playero construida en San Isidro; y se espera que también surjan torneos en Lourdes y en Soyapango (Fusalmo).
Hay un visor en cada Adfa para elegir a los mejores de cada torneo, y surge así una selección departamental. Todas ellas se miden a nivel nacional para elegir al campeón. La meta es buscar talentos. Y si bien está funcionando, Gallo sabe que deben crecer más, porque cada año la exigencia aumenta para un grupo que ya nos malacostumbró a hacer mucho con poco.