“¿Dónde puedo conseguir pupusas?”, pregunta Joe Corona en el lobby del Hilton Princess de San Salvador. “Quiero hacerle probar a mis compañeros de Xolos”, aclara. Y pide para el día siguiente unas 20 pupusas, de gustos variados. “Seguro no serán como las que hace mi mamá, pero para que conozcan cómo es la comida salvadoreña”, dice.
Nacido en Los Ángeles de padre mexicano y madre salvadoreña, su identidad siempre ha sido un tema muy comentado.
A juzgar por su español, es más mexicano que salvadoreño. Pero tiene claramente una justificación: lleva años jugando para Xolos, club azteca que visita el país para enfrentar hoy a Firpo por la Concachampions. En sus manos tiene una camiseta de FAS, gentileza de Julito Pinto, un amigo de El Salvador que conoció por Twitter y que le llevó la camisa azulgrana al hotel.
¿Qué se siente estar en El Salvador?
Pues encantado de conocer la tierra donde nació mi madre. Es como si fuera mi primera vez, porque la única vez que vine tenía tres años y no recuerdo nada.
¿Cómo te ha tratado la gente?
Muy amable la gente. No salí demasiado a la ciudad, pero el poco contacto que he tenido ha sido muy bueno. Me han saludado, me han pedido fotos… No me puedo quejar.
Pensar que aquí la gente te odiaba después del Preolímpico…
Bueno, eso fue un poco un malentendido. Por eso, ante la duda yo pido disculpas.
Es que celebraste un gol contra El Salvador…
Es que era un gol importante. Era el gol que significaba el pase a las semifinales del preolímpico. Creo que fue más la emoción, no tanto por haberlo celebrado.
¿Y tu madre no te regañó?
No, ella siempre se apoya, juegue donde juegue. Incluso en la Copa de Oro, que nos tocó El Salvador, ella estaba contenta que íbamos a jugar contra su país. Y apoyaba a los dos…
¿A los dos?
Bueno, de mi lado más, claro.
¿Crees que ya te perdonaron? Volviste a hacerle un gol a El Salvador en la Copa Oro.
Pues no sé. Este es mi trabajo, el fútbol. Un tiempo atrás, en el Preolímpico, hubo un malentendido, pero ya pasó. Yo no lo deseo mal a nadie, y menos al país donde nació mi mamá. Es más, le prometí que la voy a traer de vacaciones aquí la próxima vez. Mi mamá es del Puente Cuscatlán, departamento de La Unión.
¿Vivís en San Diego o en Tijuana?
De hecho, yo soy el único jugador que vive en San Diego, Estados Unidos. Todos los demás viven en Tijuana, México. Es la frontera. Yo nací en Los Ángeles, pero viví desde chico en San Diego. La directiva me dio permiso de vivir allí, así que todos los días cruzo la frontera, tengo un permiso para pasar por una línea especial.
¿Cuál fue la sensación de enfrentar a El Salvador en la Copa Oro?
Bueno, yo era consciente de que la gente estaba algo enojada conmigo. Pero insisto, si ofendí a alguien no era mi intención. Y no me canso de pedir disculpas. Cada vez que me enfrento a México o a El Salvador es la misma sensación…
¿En México te insultan también?
Sí, también. Pero es algo que no le pongo tanta atención, trato de concentrarme en mi juego.
Campeón con Xolos, luego una buena Copa Libertadores, ganador de la Copa Oro… Vives un momento dulce, ¿no?
Sí. Además, antes fui campeón de ascenso con Xolos. La verdad no me imaginaba levantado la Copa Oro, pero bueno, ahora es la Concachampions, un torneo que tomamos con mucha seriedad porque da un boleto al Mundial de Clubes.
¿Dónde te ves jugando el futuro?
Estoy bien en México, pero como todo jugador aspira a ir a Europa.
¿Si pudieras elegir club?
Me encanta la Premier League. ¿Club? Chelsea. Y si es en España, el Barcelona, me gusta cómo juega.
¿Y el Mundial?
Sabemos que está cerca, quizás se defina en la próxima fecha, en septiembre. Pero lo importante es que yo siga haciendo bien las cosas para que Jurgen Klinsmann siga pensando en mí.
Si llegas a Brasil 2014 habrá algo de sangre salvadoreña ahí. ¿Lo ves así?
Claro… Por supuesto, yo voy a estar representando mi ser, de donde vengo, todo lo que mis padres me han enseñado desde chiquito.
Entonces serían, en teoría, vos y Aguilar Chicas…. ¿Lo conocés a Joel?
No, no he tenido el gusto.
Pero el arbitró la final de la Copa Oro…
Sí, lo saludé como todos, pero no pasó de eso. Quizás la próxima…
¿En el Mundial de Brasil?
Quizás…