El retorno tras ocho años a la Fed Cup, la Copa de tenis más importante de la rama femenina por países del planeta, no arrancó de la mejor manera para El Salvador, al perder por 1-2 su duelo debut ante las uruguayas.
Todo se definió en el juego de dobles, luego de que los partidos de “singles” dejaban un triunfo por lado.
La serie, muy pareja en todo momento, inició con un triunfo para las sudamericanas, por intermedio de Carolina de los Santos, quien se impuso por 6-1, 6-2 a Rosalinda Calderón.
La cuscatleca no le encontró lado a la zurda uruguaya, que tenía un peloteo alto y con cierto efecto. Además Rosalinda confesó que le faltó precisión en sus golpes.
Después llegaría el turno de la raqueta uno del país, Paola Artiga, frente a la uno de Uruguay, Magdalena Boado.
Tras varias ocasiones de quiebre, Paola finalmente lo consiguió en el séptimo “game” del primer set, pero Boado haría lo propio en el décimo y desde entonces enfilaría cuatro games para tomar ventaja por 7-5.
Contra las cuerdas surgió la mejor Paola. No es que estuviera jugando mal, es que había dejado escapar el primero de los sets. En el segundo tomaría control de las cosas por completo. Le puso un 6-0 lapidario, quizá demasiado fácil.
Ya en el tercero, con 4-3 arriba, logró quebrar y luego aseguró el partido con su servicio, para ganarlo por 5-7, 6-0, 6-3 y dejar la serie empatada a un triunfo por lado.
Todo se definiría en los dobles, para lo que, en teoría, tendrían media hora.
Por ello, César Nolasco, el capitán, apostó por Rosalinda, ya un poco recuperada del partido de la mañana, junto con Gabriela Chinchilla.
El arranque fue demoledor para las nacionales, con cinco games al hilo hasta que comenzó a reaccionar Uruguay.
La primera manga fue 6-1 con Rosalinda metiendo su derecha con más confianza, pegándole duro, y Gabriela corriendo, ubicándose bien para defender y pegando suave, sutil, pero con mucha inteligencia, a los espacios.
Ese 6-1, sin embargo, era un tanto mentiroso, porque Carolina de los Santos no estaba pegando sus derechas, las volaba. Mientras que Boado no se metía al partido. Acababa de jugar el singles.
El segundo set fue diametralmente opuesto para los intereses nacionales, y la alegría se transformó en preocupación en la banca cuscatleca, al ver cómo se metían al partido las uruguayas con un contundente 6-1.
Ya en el set definitivo, las cosas arrancaron mal para las cuscatlecas. Las quebraron. De inmediato devolvieron la gracia, pero volvieron a perder el saque, y luego, con la lluvia de intrusa, pusieron tablas. 2-2 y a esperar.
Los nervios, las ansias y el tiempo para recuperarse ya era estrategia para cada esquina. La que supiera manejarlo mejor sacaría oro de esa intromisión copiosa.
Y fueron las uruguayas que se terminaron quedando con el set por 6-4, el partido y la serie.
Este miércoles las nacionales se enfrentarán a República Dominicana, desde las 10 de la mañana en el Maya Country Club, en busca de su primer punto de Fed Cup.