¿Qué pasó con… Juan Pablo Bolens?

Fue el primer jugador europeo en el fútbol salvadoreño, lo hizo allá por 1950, en el Leones de Sonsonate

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Bolens fue el primer jugador europeo en militar en el fútbol salvadoreño. Foto EDH.

Por Wilfredo Hernández / Twitter: @Wilhernandez68

2013-07-01 1:21:57

¿QUÉ HIZO?

Llegó a El Salvador por trabajo, pero se quedó para siempre en el corazón de los sonsonatecos que lo vieron defender con amor la camiseta de aquel Leones que tanta historia escribió en el fútbol salvadoreño, Juan Pablo Bolens tiene el honor de ser el primer futbolista europeo en jugar en el balompié cuscatleco.

Jugó cuando se hacía con aquella pelota  que ?se le metía un neumático y se inflaba a través de un pitón que luego se ?escondía? cosiendo una tirita de cuero?. Jugó cuando había que irse un día antes para enfrentar al Águila, al Alianza, etc.. Jugó cuando no se pagaba más que ?lo necesario?; pero, sobre todo, jugó porque ?al tercer domingo de estar en el país fui a ver un partido del Leones y ese día jugaron muy mal y yo les dije que sabía un poquito de fútbol y que si querían les podía ayudar?, contó Bolens, mientras soltaba una alegre carcajada, esas que aparecerían casi en toda la plática.

A los 22 años, sin hablar el español y sin deseos de jugar fútbol, Juan Pablo Bolens vino de su natal Lausana, Suiza, a trabajar para Goldtree Liebes, pero se enroló, casi sin querer, en Leones y jugó ahí 12 años. Mientras, a la par, llevaba su trabajo de gerente en Goldtree.

Fútbol y amor

No era mentira que sabía un ?poquito? de fútbol. En su país había jugado semiprofesional, desde los 17 años, en al Lausana Sport, hasta que decidió cruzar el Atlántico. Llegó a Sonsonate, y Leones lo agradeció. Con el equipo cocotero le disputó un campeonato a FAS, en la temporada 1951-52, en el Flor Blanca, pero los tigrillos se quedaron con la Copa.

También participó en juegos internacionales reforzando a equipos salvadoreños. Enfrentó a River Plate argentino, a la par de Tamalón Garay, Conrado Miranda, Maquinita Merlos, Barraza, entre otros; y al Celta de Vigo español.

Sonsonate también le regaló la mayor alegría de su vida. Ahí conoció a su gran amor, Connie Escalante, con quien se casó y formó su familia, y por quien, también, se retiró del fútbol porque ? a ella no le gustaba?. Se fue del fútbol temprano, pero le alcanzó para dejar una estela de calidad y muy buenos amigos.

¿QUÉ HACE?

Su trabajo en Goldtree Liebes terminó cuando contrajo matrimonio con Connie Escalante y pasó a laborar en el Banco Agrícola, de ahí se jubiló y se dedicó a dirigir sus propios negocios. Uno de ellos, un exclusivo gimnasio en Santa Elena, San Salvador. Además de haber dirigido, por corto tiempo, al Leones, antes de que el equipo desapareciera. ?Ahí les daba un poco, porque no había para mucho?, dijo.

Lastimosamente, un accidente en su negocio le dejó graves secuelas que, gracias a su templanza y fortaleza ha podido superar y hoy descansa en su residencia en Santa Tecla, donde cada plática con él es un racimo de anécdotas acompañadas de dobles sentidos y risas, muchas risas.

Antes del accidente, don Juan Pablo Bolens fue un empresario exitoso y un altruista incansable. Dirigió varias organizaciones y clubes sociales, lo que le permitió organizar, junto con otros coterráneos (porque él se considera un sonsonateco de pura cepa), entre ellos Enrique Álvarez, la primera Vuelta Ciclista a Sonsonate.

Hoy, cada día se lo pasa entre ejercicios, caminatas sobre todo, y recibiendo a sus amigos, esos a los que acoge con los brazos abiertos y una enorme sonrisa.