He conocido mucha gente de todo el mundo, pero no había luchado junto a ellos por algo. Nos situamos en Turquía, primer mundial de fútbol Sub 20 celebrado en el país, y recibimos a unos muchachos que llegan desde un lugar a 12.000 km para hacer historia: es la primera vez que La Selecta participaba en un mundial así.
Llegaron a un país diferente a su cultura, que nunca hubieran imaginado visitar. Vinieron a luchar por su país, por sus familias y por sí mismos. Ahora todo el mundo conoce a El Salvador gracias a este equipo. Hoy en día, nombres como Coca, Puma, Momo, Jairo, entre otros, son conocidos a nivel internacional y dejaron bien claro que existen en el mundo y su país es El Salvador. Perdieron contra la anfitriona, Turquía, y también contra Colombia pero hicieron historia ganando con coraje a Australia. Jugaron con sus corazones. Después de los goles que marcaron no los voy a olvidar. Sus caras, sus emociones, sus lágrimas. Eran reales.
Desde el primer día me sentí como uno de ellos y en el partido contra los colombianos me sentí aún más salvadoreño, como queriendo luchar por ellos. Aunque no pasamos a octavos de final, estos muchachos se lo merecen todo por su gran dedicación. Un día, un periodista extranjero le dijo al profe Alfaro que su equipo era el más débil en este Mundial. No sabía que este equipo está lleno de grandes corazones, un corazón tan grande que esperaba plantar cara a los equipos más grandes. Me siento muy feliz por haber formado parte de este equipo, desde el profe al utilero, del coordinador al médico, pasando por todos los jugadores, gracias a todos por hacerme sentir como un salvadoreño.
Creo que esto sólo es un paso. Estos muchachos van a seguir haciendo historia en el futuro. Sólo hay que creer en ellos. Estos muchachos son el futuro de El Salvador. Confíen en ellos. Crean en ellos.
Yo, Gökalp Erbuga. Muchísimas gracias por darme una experiencia tan buena. Que la vida les sonría y tengan muchos éxitos. Se merecen todo y más. Un abrazo desde Turquía.
Gökalp Erbuga (*)
Asistente turco contratado por FIFA para colaborar con El Salvador en el Mundial: Fue uno más de la delegación, llevaba puesta la camiseta de la Selecta desde el primer día, e hizo de intérprete, padre, y solucionador de problemas en general.