BAGNERES-DE-BIGORRE, Francia. El irlandés Daniel Martin superó al dinamarqués Jakob Fuglsang sobre la línea para ganar este domingo la novena etapa del Tour de Francia. Por su parte el favorito Chris Froome resistió los ataques de sus rivales y defendió la casaca amarilla que luce el puntero en la general.
Martin, de Garmin-Sharp, y Fuglsang fueron los únicos en disputar la victoria de la etapa y Martin se adelantó faltando apenas 150 metros. Es la primera etapa conquistada por Martin, sobrino del campeón de 1987 Stephen Roche y primo del ciclista Nicolas Roche.
“Estuve confiado en la recta final porque sé que tengo velocidad”, afirmó el ciclista de 26 años. “Sabía que tenía que estar adelante en las dos últimas curvas y, cuando vi que lo estaba, supe que podía ganar”.
Froome había lanzado un ataque devastador en la escalada final para ganar el sábado la octava etapa y sacar casi dos minutos al bicampeón Alberto Contador en la general y cuatro minutos al campeón del 2010 Andy Schleck.
Froome, del equipo Sky Procycling, mantuvo una ventaja considerable sobre sus rivales después del tramo de 168,5 kilómetros (105 millas) entre Saint-Girons y Bagneres-de-Bigorre en el sudoeste de Francia que obligó a los pedalistas a cuatro escaladas de categoría 1. Froome totaliza 36 horas, 59 minutos y 18 segundos en la general.
El rival más cercano del británico es el español Alejandro Valverde, de Movistar Team, a 1:25 en segundo lugar. Contador (Saxo-Tinkoff) está sexto a 1:51, el colombiano Nairo Quintana (Movistar) séptimo a 2:02 y Martin octavo a 02:28.
Martin ganó la etapa con un tiempo de 4 horas, 43 minutos y 3 segundos. Quintana llegó con el pelotón a 20 segundos pero ocupó la posición 19.
Quintana intentó cuatro ataques en la escalada final pero Froome respondió bien.
De todos modos el hecho de que no estuviese ninguno de sus compañeros cerca para ayudar a Froome alentará a los otros equipos al comprobar que el aparentemente imbatible Sky podría tener debilidades. Quizás cansados por sus esfuerzos del sábado, los otros ciclistas del equipo no forzaron la marcha y Froome se las tuvo que arreglar por sí solo. Pero demostró que puede hacerlo, ratificando su condición de favorito.
Martin y Fuglsang se desprendieron faltando 35 kilómetros (21 millas) y se alejaron demasiado como para ser alcanzados en el largo descenso hasta la meta.
El lunes es día de descanso, seguido por una etapa plana especial para los velocistas. Froome estará entre los favoritos para ganar la contrarreloj del miércoles en la undécima etapa.
El presidente francés Francois Hollande estuvo entre los espectadores, protegido del calor en el automóvil del director del Tour Christian Prudhomme. La competencia de este año comenzó en la isla de Córcega, pasó a Niza en la Riviera francesa y después fue serpenteando por las ciudades costeras de Marsella y Montpellier.