El hotel de la alegría

El Novotel, de fiesta hasta pasando la medianoche para celebrar una victoria para el recuerdo.

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El presidente de la Fesfut aseguró que hay posibilidades de que jugadores de la Sub 20 se pureben en equipos turcos. Foto EDH: Raúl Benítez.

Por Claudio Martínez [ENVIADO ESPECIAL DE EDH DEPORTES A TURQU??A] Twitter: @martinezchino

2013-06-26 2:26:38

El contraste es notable. Mientras pasan unos jugadores australianos por el hotel con la cabeza baja, unos metros más allá los salvadoreños continúan su particular festejo que habían iniciado en el camerino, seguido en el bus y terminado en el hotel.

Para hoy hay programado un vuelo charter hacia Gaziantep, la sede del partido contra Colombia, pero nadie quiere dormir. Cada uno de los jugadores tiene que bajar a dejar su maleta en el lobby porque éstas viajarán por vía terrestre hasta el sur de Turquía.

Baja Diego Coca y vuelve a ser entrevistado. Pasa el Tuco, que asegura que esta noche sí podrá dormir y recuerda algunas de las frases que dijo en la conferencia de prensa:  “Este es un triunfo que no lo hemos obtenido a nivel mayor, pero ahora sí en juveniles”. También habló de la felicidad que esto ha generado: ?Es un alivio para un país donde la violencia acecha”. Además, Alfaro no dejó de mencionar, en reiteradas ocasiones, el agradecimiento a la Fesfut por el gran apoyo brindado en la preparación. Méndez Florez Cabezas, que está celebrando y comentando el partido con los cinco ganadores del concurso de Pilsener, asiente.

Góchez  se abraza con Óscar Rodríguez, que no jugó pero no importa. Pasa el Puma Peña y explica que él fue el encargado de poner reggaetón en la celebración del vestuario, donde todos bailaron al ritmo de la música. ?Este es el segundo gol más importante de mi vida. El primero sigue siendo el de Panamá, el que nos dio la clasificación al Mundial?, dice y asegura que ya sabe qué hará con la camisa con la que anotó ante Australia en el Mundial: ?la voy a enmarcar y la voy a colgar en mi casa?.

Casi una hora después, al Novotel llega un carro oficial del Mundial que viene de Rize con Mandingo Rivas y los dos jugadores que fueron al control antidoping, Marvin Baumgartner y Lemus. ?Me tomé como 20 gaseosas e igual no podía orinar, por eso nos volvimos tan tarde de Rize”, explicó Chalatío Lemus.

Jugadores suben y bajan. El Tuco nos usurpa nuestra computadora y se sienta a ver los goles del partido junto a Diego Coca y varios más. El hotel, terreno vedado para los periodistas los primeros días, es una auténtica sala de prensa y ni los de FIFA ni los de seguridad tienen ánimos para frenarla. Ya han bajado la guardia. En la otra esquina del lobby, Tomás Granitto y su padre, que se dieron un gran abrazo al reencontrarse, tratan de comunicarse por Skype con algunos familiares. “Estoy orgulloso de esta camiseta, de este grupo y de estos compañeros”, dijo Tommy, como lo llama cariñosamente su padre.

Celebra el dirigente Jorge Rajo (otro nivel, ayer se fue de excursión de Georgia, la ex república soviética) con el delegado Julio Padilla. Unos metros más allá, Javier Barbato, productor de ESPN, pega el grito. ?Necesito uno o dos jugadores de El Salvador para salir en vivo para la edición mexicana, es extraordinaria la victoria que lograron?. Le señalan a Granitto, que sigue en el lobby, y obedientemente acepta ir.

Las horas pasan, nadie se mueve a pesar de que ya es medianoche en Trebisonda. En un momento llega el bus de la selección de Turquía, y todos bajan callados, mirando hacia abajo o escondidos en sus enormes auriculares: acaban de perder con Colombia y no pueden entender cómo esos locos bajitos enfundados de azul sonríen y celebran como si hubieran ganado el Mundial. A su manera, lo han ganado.   

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