Ambiente y sin violencia en el Barraza

??guila no llenó su estadio pero reportó un buen marco de público

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Ambiente distinto en el Barraza. Foto: EDH

Por Víctor Zelada Uceda/ @zeladauceda

2013-03-23 11:58:39

Después de los incidentes entre algunos miembros de la Turba Roja que agredieron a un anciano, hincha de Juventud Independiente, el pasado domingo, anoche estuvo en la mira la hinchada de FAS. Para evitar problemas, un agente de la UMO y hasta el gerente de Águila, Amílcar Mijango, aprovecharon para platicar con Mauricio Contreras, coordinador de la Turba Roja.

El compromiso era a guardar el orden entre los seguidores y cumplir con la petición de abandonar rápido el estadio, con un tiempo de espera para que luego los hinchas de ??guila lo hicieran. Los seguidores tigrillos pusieron un ambiente digno de un clásico. Sus cantos se escuchaban con claridad y adornaron la malla ciclón del sector donde se ubicaron con una manta gigante con los colores azul y rojo.

En el otro extremo, la barra de Águila también adornó con once pancartas.Estaban reúnidas La Inmortal 12, la Supernaranja y la banda de la capital. Antes que iniciara el juego hubo un llamado de atención desde los altavoces para que apagaran las luces de bengala que fueron encendidas para darle la bienvenida al equipo negronaranja. Además, éstos no se salieron del libreto de lanzar papel que debía retirarse por los recogepelotas y empleados del estadio para que el partido no se retrasara.

Silbidos y burlas

Con el partido en marcha, la hinchada de Águila no le perdonó nada al argentino Alejandro Bentos, de quien tienen malos recuerdos por los goles que les ha anotado en el pasado. Por eso, cada vez que éste btocaba la pelota era un silbido o una burla. Cuando recibía faltas, lo mandaban a callarse. Si estaba a la espera de recibir un balón, éstos le sugerían a sus jugadores que lo golpearan por detrás.

Pero Bentos nunca se distrajo ni tampoco cayó en provocaciones. Se dedicó a jugar y metió en apuros al equipo de casa en reitreradas ocasiones.

El estadio recobró esa vida que había perdido en partidos anteriores del torneo, donde el número de aficionados era poco y las gradas estaban casi desoladas.

Se vivieron muchas emociones, desde el grito de gol atrapado en la garganta en la barra local cuando se anuló el tanto de Irza Santos en elprimer tiempo hasta el desborde de la Turba Roja que sí celebró el golazo de tiro libre de Alex Larín. Incluso, hubo algunos aficionados nostálgicos que recuerdan mucho a Mardoqueo Henríquez y a Isidro Gutiérrez.

El clásico, en fin, tuvo color, cantos de todo tipo, y todo lo que la rivalidad provoca en un Águila-FAS. Eso sí, no hubo violencia aunque sí un par de bolsas que le lanzaron al portero de FAS.