Tomás Hernández es uno de los Guerreros de Playa. Lo demuestra en la cancha y no sabe de límites, puesto que a finales de noviembre del 2012 se le notificó que tenía que pasar por el quirófano para operarlo de una lesión en la rodilla izquierda que lo apartaría por ocho meses de las canchas.
Incluso, a mediados de abril pasado, cuando todavía no se conocía la nómina para el premundial de Bahamas, el alero de la Azul playera estaba descartado. La evolución en la recuperación le permitió entrar en la lista final de Rudis Gallo.
Si los cálculos de los médicos no fallaban, con el diganóstico que dieron el año pasado, en cuanto a su recuperación, Tomás habría estado en condiciones de jugar hasta julio. Pero para fortuna del equipo, Hernández se recuperó y es parte de ese grupo que lo logró, de nueva cuenta, por cuarta vez consecutiva un pase al mundial de la modalidad.
¿Tomás, cuáles son las impresiones que le deja este premundial, tras conseguir, de alguna manera aflictiva, el boleto para el cuarto mundial consecutivo de El Salvador?
Agradecerle a la afición y a ustedes que siempre nos han apoyado y también agradecerle a Dios que nunca nos desamparó y con la fe en Él y la fe de los muchachos sacamos el objetivo que era un boleto para el mundial. Fue duro este torneo, ha sido el más duro de los cuatro premundiales que he ido a participar.
¿Cómo describiría ese momento cuando Herberth Ramos tapa el penalti y luego Walter Torres anota el gol que les da el pase al mundial de Tahití?
Casi no hay palabras para explicártelo, pero sí me sentí bastante alegre y fue una felicidad muy bonita la que se vivió con el grupo cuando Torres metió el penalti y nos dio el boleto para el mundial.
Estaba prácticamente descartado para el premundial debido a su lesión. ¿Cómo vive esto, después de pasar por momentos de incertidumbre con el equipo y luego ser tomado en cuenta para el torneo?
Cuando me lesioné fue un duro golpe que sentí porque los médicos me habían dicho que no iba a poder ir a este premundial, pero por la gracia de Dios y la fe que tuve en mí mismo que podía salir adelante y recuperarme rápido estuve ahí. Además de la confianza y fe que tuvo el profe en mi persona se me tomó en cuenta y pude estar con el grupo.
¿Cómo asimiló esa noticia de que iba al premundial, tomando en cuenta que había otros que estuvieron más tiempo trabajando y usted estaba descartado por la lesión?
Fue motivante cuando el profesor me dijo que iba dentro de los 12 del grupo. Me alegré y me dije que había que echarle ganas y hacer todo lo posible para ayudarle a los muchachos y, aunque sea con poquito, pero siempre se logró un objetivo.
¿La rodilla no presentó molestias en alguna etapa del torneo?
Por la gracia de Dios no hubo ningún resentimiento. Jugué normal, jugué el tiempo necesario que el profe me dio y no hubo ningún dolor en la operación.
¿Qué les decía la gente en Bahamas tomando en cuenta que México se quedó fuera y eran, junto a ustedes, los favoritos para lograr los dos boletos a la copa del mundo?
México y El Salvador éramos los rivales a vencer, pero como se dio la situación de que no pudimos quedar en primer lugar del grupo, nos tocó eliminarnos contra México y ahí se tomó en cuenta que uno de los dos favoritos se tenía que quedar. Gracias a Dios fue nuestro equipo el que logró el objetivo y gracias a Dios que ya estamos en nuestro país con el boleto al mundial.
¿Cuando se cayó contra Costa Rica 12-5 pasó por sus cabezas que se alejaba el pase a Tahití?
Pues hubo momentos en los que sí pensaba eso, pero, como te digo, con la confianza en Dios nunca perdimos la idea del objetivo. Seguimos y tuvimos la oportunidad para remontar el marcador contra Jamaica. Con la fuerza de los muchachos se logró el resultado.
Resta duplicar esfuerzos porque quedan pocos meses para la cita mundialista, donde ustedes y afición se va exigir más que el cuarto lugar que se alcanzó en Rávena, Italia…
Van a estar más duros los entrenos. Hay que trabajar más en lo físico para llegar en buena forma al mundial.