FAS ya dejó el Quiteño, y ayer cambió su sede al Cuscatlán, donde mañana jugará la final ante Firpo. Afinó así detalles en al campo donde buscará la corona 18 para Santa Ana.
El equipo buscó “acomodarse lo más rápido posible en el entreno”, comentó Jorge Morán, y pulió algunos detalles.
En la práctica, “se trabajó la definición y se hizo un poco de fútbol”, y hoy practicarían los tiros de penal, si el juego se alarga hasta esa instancia.
Por su parte, uno de los que tendrá su primera final como titular es Óscar Arroyo, quien está satisfecho de llegar al último duelo del torneo y saber que lo vivirá desde adentro.
Con 23 años, el guardameta fasista sabe del compromiso con el que se enfrenta, pero confía en su trabajo y en el de sus compañeros.
“Se da esta oportunidad y, en lo personal, contento, pero lo más importante es que el equipo gane y juegue quien juegue tiene que hacerlo de muy buena manera”, dijo.
Arroyo señaló su “alegría por tener esta primera oportunidad de una final”. “Va a ser un rival fuerte, duro, pero esperamos hacerlo bien. El equipo está consciente y sabe que tiene la capacidad de sacar un triunfo”, añadió.
Sobre su responsabilidad en el arco, expresó: “Es muy grande, pero trato de asimilarla de la mejor manera, tomarla con calma y encomendarse a Dios y que sea su voluntad”.
FAS entrenará hoy a las 9:00 a.m. en el Cusca, y quedará concentrado en un hotel capitalino. “Nos jugamos el partido mas importante por el que luchamos desde la pretemporada, al concentrarnos comenzamos a meternos de lleno al partido”, afirmó Morán.
.