Ganarle a México se disfruta de otra manera ¿no?
Para nosotros es algo muy grande, histórico. Nunca se la había ganado a México y a la vez se logró el pase a la final del grupo II, que tampoco había sucedido antes en el país.
¿Había fe por ser locales?
Sabía que estando en casa con el público las cosas se me tenían que dar. El día viernes ya había 600 personas apoyándonos, algo que en Copa Davis nunca se había dado.
Tener rivalidad con México le llamó la atención a la gente.¿Y Garza? El mexicano tuvo un gesto obsceno con el público.
Le faltó un poco de profesionalismo. A nosotros no ha tocado ir a Paraguay y México y la gente te grita muchas cosas pero uno tiene que ir con la mentalidad de jugar Copa Davis, es lo menos que te puede pasar en esta competencia.
Se viene Venezuela en septiembre, ¿qué se puede esperar de ellos?
Los dos singles están entre el 300 y 400 del mundo, algo similar a los mexicanos.
Tu hermano Rafael ha sorprendido porque estaba prácticamente retirado. ¿Cuál ha sido el secreto?
Rafael es una persona que tiene muchas facilidades para jugar al tenis. Se preparó bien en el último mes. Por suerte antes de la Davis tocaron los Juegos Centroamericanos y eso le hizo entrenar horas en cancha, hacer físico junto a mi. Además, jugar contra México lo motivó para intentar cambiar la historia del 0-5.
¿Es cierto que buscarás jugar la clasificación del Abierto de EE.UU.?
Es el objetivo, para jugar la qualy hay que estar entre el 270 ó 280 del mundo. No es mucho lo que hace falta (hoy está 361), me quedan torneos por jugar y puedo llegar a ese ranking. Antes estaba jugando futuros, ahora empiezo challengers, con jugadores que están entre los 150.
¿Cuál es la idea para preparar la final ante Venezuela?
Se está estudiando viajar con Rafael a España uno o dos meses antes de Copa Davis para hacer una base en Barcelona.