Antes de salir para el estadio, Diego Coca fue a la habitación del portero Rolando Morales. Tenía fe que iba a marcar un gol ante Australia, así que le explicó lo que iba a hacer en la celebración. Sin embargo, cuando el diminuto y talentoso jugador salvadoreño conectó de cabeza y venció al portero Izzo, su mente borró todo. ?Me olvidé de todo lo que tenía pensado a hacer, de repente pasó de todo, no lo podía creer. Pensé en mi familia, en mi papá, en mi mamá y en mi hermano, mis amigos?, confiesa al salir del estadio.
?Fue una alegría indescriptible, se me salieron las lágrimas cuando celebré el gol, me puse a llorar. Imagínense, el más chiquito de todos anotando de cabeza?, continúa Coca, ya más tranquilo con la victoria consumada. Lo primero que pregunta es qué dicen en Twitter allá de la gran victoria, ya que ellos siguen sin acceder a los teléfonos celulares y computadoras.
?Me di cuenta de que podíamos ganarlo cuando logramos el empate, estábamos jugando muy bien, con buen trato de pelota, profundo, lástima el gol que nos cayó en una desconcentración, pero sabíamos que lo íbamos a ganar. Esos primeros minutos son de mala suerte para nosotros?, sigue el jugador de Turín Fesa, de los más destacados, porque además participó en la jugada del segundo gol.
A partir de hoy, Pelé Zapata ya no camina solo: ?Cuando iba caminando hacia el mediocampo, luego del gol, iba pensando en que era el segundo salvadoreño en anotar en un Mundial. Fue un momento en que se me vino eso a la mente. Ahora quiero seguir anotando más goles, es una sensación muy bonita?.
Al llegar al hotel, una vez que dio todas las entrevistas posibles, afirmó: ?Yo no he visto mi gol por televisión, ¿cómo puedo hacer? Lo quiero ver?? Poco después estaba frente a una laptop viendo el video de los goles en elsalvador.com. Los vio una y otra vez. No se cansaba de repetirlos, igual que el resto de los salvadoreños en esta mañana de gloria.