Uno de los jugadores que hicieron posible el sueño de la Sub 20 en el Mundial de Turquía es Rommel Mejía, quien fue uno de los descartes de Mauricio Alfaro. Su presente es la ilusión de alcanzar el ascenso a Primera con Dragón, pero confesó a El Desempate que no les pierde la pista a sus ex compañeros y que está seguro de que dejarán buena imagen.
“Andan buen equipo, siempre lo he dicho. La Sub 20 anda también un buen cuerpo técnico que sabe hacer las cosas y espero que todo les salga bien, siempre pido a Dios por ellos porque están fuera del país y están pasando todos por un buen momento”, explicó.
Aunque ya no integre el equipo, este jugador valora la fortaleza del plantel: la ofensiva. Dijo respaldar a Maikon Orellana.
“Tienen buenas condiciones, buena delantera y sé que Maikon puede aportar goles. Y el fuerte del equipo pasa por las bandas porque por allí van a atacar”, contó en referencia al aporte de Diego Galdámez Coca y Jairo Henríquez.
El antes y el después
Un momento que lo marcó fue cuando supo que no entraba en los planes del “Tuco” Alfaro.
Fue natural el sentimiento de tristeza, explicó Rommel. No podía entenderlo en un principio. Con el tiempo supo asimilarlo, pero le costó.
“Al principio quedé triste y fue doloroso quedar fuera, pero lo fui tomando con un poco más de seriedad y lo superé, Dios sabe porqué hace las cosas y yo en lo personal lo vivo con mucha alegría, he platicado con algunos compañeros de selección, me dicen que están muy motivados y que van a sacar un buen resultado y que pueden ganar, se nota que hay mucha confianza en el plantel. Recién hablé con uno de mis ex compañeros y dijo que estaban contentos por el reconocimiento de la cancha, están muy uniditos”.
Tras repasar lo que espera de la Sub 20, que debutará este mediodía, habló también de su equipo Dragón y la finalísima de Segunda División contra Ciclón del Golfo.
Por una pequeña molestia, no pudo entrenar ayer con el equipo, pero dijo tener fe para alcanzar el ascenso.
“Tengo que aprovechar esta oportunidad, estoy en una final, muy contento y me preparo por el ascenso. Todo se lo dejo a Dios, el partido va a estar duro (en La Unión), pero en la etapa anterior ganamos un partido cada uno”.
Mejía lo tiene claro: hoy estará pegado frente al televisor, sufriendo por la selecta Sub 20 y mañana debe hacer lo suyo con Dragón.