Estamos a un poquito más de tres meses para que la Azulita ponga pie en la Copa del Mundo de Turquía 2013, que será la primera participación de un combinado juvenil de fútbol en un Mundial. Estará en juego el nombre del país. Y aunque suene a mucho tiempo no lo es. En fútbol, en programación deportiva, este torneo ya está a la vuelta de la esquina.
Hay que trabajar ya. Todas las instituciones y partes involucradas deben dejar a un lado las rencillas, los egos, las indirectas, los malos entendidos, y organizar juntos un plan en la misma dirección.
Insisto en que la Fesfut no debe pensar en el corto plazo, y que debe repensar la estructura total de nuestro fútbol, pero tampoco hay que negar que tiene oro entre sus manos, a nada menos que una selección mundialista, que puede cambiar el rostro de nuestro deporte si hace un brillante papel en suelo turco.
Hay que darle las armas. Campamento en Europa. Buenos fogueos. Nutrición. Visorías en directo de los rivales (el sorteo es el 25 de marzo), no solo en vídeos, por parte de técnicos preparados. Visorías y refuerzos, si Mauricio Alfaro así lo decide. Y unión. Mucha unión. 102 días, señores…
¡Urge un plan Turquía 2013!