No hubo sorpresa, no hubo reacción y tampoco drama, anoche la historia que San Marcos escribió en el Gimnasio Nacional “José Adolfo Pineda”, ante la Universidad Tecnológica (Utec), fue diferente, pues ganó holgadamente 81 a 71 y con ello alzó la Copa Alba, que lo acredita como el campeón nacional de primera categoría masculino.
Era el segundo partido de la serie final pactada a un máximo de tres entre ambos quintetos, y para que anoche San Marcos se coronara campeón, todo dependía de lo que su rival pudiese hacer y pasaba por un triunfo ante el representativo municipal.
Doble mérito para el San Marcos, pues los pupilos de Arturo González Mata ganaron el título y lo hicieron de forma invicta, no hubo rival capaz de vencerles.
Solo la Utec estuvo cerca de ganarles el jueves anterior, pero anoche Julio Mancía, que jugó un buen partido hasta antes de lesionarse, con Mario Flores, como pasador, Carlos Martínez peleando los tableros y Jorge Loucel efectivo bajo el aro, no fue suficiente para frenar al campeón.
Rival de un tiempo
Tal como lo reconoció el entenador del equipo universitario, Joaquín Morataya, esta vez no pudieron ser el mismo rival del jueves anterior, cuando complicaron al San Marcos a tal punto que casi lo derrotan y el marcador final de 72 a 69 reflejó lo apretado del juego.
“Esta noche hemos jugado bien solo la pimera mitad, en la segunda bajamos los brazos, fallamos muchos tiros al aro y así no se le puede ganar a un equipo tan bien equilibrado como San Marcos”, reconoció al final del partido.
En efecto, el ahora campeón San Marcos (quinto título al hilo), con gran labor de Ignacio Ramos, Óscar Rivera, Carlos Arias, Enrique López y Salvador Bandek, trabajaron con especial inspiración y catapultaron al triunfo a su equipo, con un trabajo colectivo muy efectivo en todos los sectores de la cancha.