Más de 50 horas sin dormir

[DIARIO DE VIAJE] Conozca todos los detalles del itinerario de viaje de Claudio Martínez, enviado de EDH Deportes a Turquía, para llevar de primera mano el trabajo de la Sub 20 en el Mundial

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La Azulita jugó un amistoso ante Uruguay este jueves que terminó perdiendo 1-0. Foto EDH: Claudio Martínez.

Por Claudio Martínez [ENVIADO ESPECIAL DE EDH DEPORTES A TURQU??A] Twitter: @martinezchino

2013-06-14 4:25:51

No es que Turquía quede tan lejos. De hecho, seguramente Tokio, Madagascar o Ho Chi Minh City están más alejadas. Pero definitivamente es un lugar a trasmano para visitar si uno vive en El Salvador

Lo acabo de vivir en carne propia en este viaje, que sirvió para batir el récord personal de más horas despierto: 50, creo. Hasta aquí pertenecía a la maratón de ?36 horas ininterrumpidas viendo fútbol? que hice para El Diario de Hoy.

Salí de mi casa para el aeropuerto el martes pasado a las 9:00 a.m. y en el momento de escribir este artículo son las 3:00 p.m. (hora salvadoreña, medianoche turca y contando) del jueves. Salí de Comalapa, pasé y esperé tres horas en Panamá, matizadas viendo Colombia-Perú con Jaime Rodríguez en el aeropuerto. En los aviones no duermo casi nunca, por lo que las horas se hacen eternas. Y si alguna vez se me cerraron los ojos durante unos 5 minutos, seguro que fue el preciso momento en que traían la comida y me pasaron por alto.

En fin, luego fueron casi 10 horas de Panamá-Amsterdam, y otras 8 en la ciudad holandesa que aproveché para recorrer sus bellísimas calles, oportunidad que jamás desperdicio cuando la escala lo permite. A eso le siguieron otras 4 horas de vuelo entre Amsterdam a Estambul, más 8 de espera en el aeropuerto turco, desde donde tomé el vuelo hacia Antalya, al sur del país? Al llegar al hotel, y con algunas horas por delante, se imponía dormir para recuperar fuerzas antes del amistoso. ¿Y si me quedo dormido y me pierdo el juego amistoso? No, mejor no arriesgar. Caminar, mantenerse despierto?

Y después vino el partido ante Uruguay, el regreso al hotel, y los ojos cada vez más chinos? Y luego la redacción del material para enviar al periódico y a la web. La cabeza choca contra la pantalla de la computadora, la razón hace rato desapareció. La motivación es enorme: apenas termine estas líneas, la cama me espera. Así que si en todos estos textos hay incoherencias y barbaridades, ya sabe de quién es la culpa.