Eso fue despertar de golpe

[NOTA Y VIDEO] En detalle, las incidencias de la caída de la Selección Sub 20 ante Turquía. Difícil panorama

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Jairo Henríquez, luce impotente ante la sombra de Calis (7) y Durmus (3). Foto: EDH / Raúl Benítez

Por Claudio Martínez [ENVIADO ESPECIAL DE EDH DEPORTES A TURQU??A] Twitter: @martinezchino

2013-06-23 2:30:15

Fue como despertar abrupto de un sueño maravilloso, restregarse los ojos y comprobar que la realidad es otra. Muy diferente. Algo de eso le pasó a esta selección Sub 20 de El Salvador que el sábado tuvo un brusco despertar, precisamente en el debut del Mundial y cayó 3-0 ante los locales sin atenuantes.

Nadie tiene derecho a cortarles las ilusiones a estos jóvenes ni reprimirle sus fantasías, pero desde entonces ya saben lo que es un Mundial: un torneo en el que participa la élite del mundo y donde tarde o temprano las diferencias entre uno y otros quedan expuestas cruelmente.

El estadio no fue un inferno ni mucho menos. Apenas había 4,662 espectadores, casi no hicieron ruido y mucho menos intimidaron. Descartado el efecto campo, El Salvador tuvo otros problemas.

El primero fueron los propios nervios, el titubeo inicial, la incapacidad para poder jugar seguro, la falta de confianza… En fin, eran aquellos primeros 20 minutos que no habían dejado dormir al Tuco Alfaro en las semanas previas. El técnico sabía que para sobrevivir necesitaba salir indemne de ese primer tramo, lo cual lograría fortalecer la autoestima salvadoreña y minar hasta la desesperación a los turcos.

Sin embargo, todo empezó a derrumbarse al 9? cuando Maikon Orellana perdió una pelota en la mediacancha, tomó al equipo mal parado y el esfuerzo del jugador del Brondby por detener al habilidoso Cenk Sahin fue estéril. Este envió el centro para que Ucan empujara a placer: 1-0.

Además de sus propias limitaciones, la Selecta se encontró con otro inconveniente, el gran nivel que mostraron los turcos, que desplegaron un fútbol práctico y efectivo de la mano del propio Sahin, Calhanoglu, Ucan y Yilmaz. Con el correr de los minutos ?curiosamente después del 20?-, El Salvador empezó a equilibrar el dominio de la pelota y sin bien lateralizó demasiado y careció de profundidad, al menos no sufrió como en el comienzo.

El segundo tiempo no pudo empezar peor. No se había completado el segundo minuto cuando los turcos volvieron a anotar. Un pase filtrado que tomó mal parada al sector izquierdo de la defensa, lo que permitió que Sahin quedara solo para someter a Morales. Ahí se acabó el partido para El Salvador. El impacto del segundo gol, tan rápido, terminó por frustrar a un Diego Coca poco lúcido y muy bien tomado, y a Maikon Orellana, desacertado y confundido. Casualmente, los dos primeros cambios que ordenó Tuco Alfaro.

La asfixiante presión turca hizo ver mal a los salvadoreños, que sin tiempo para pensar perdían la pelota con asombrosa rapidez. En una de esas, un balón perdido por Jairo Henríquez originó el tercero, obra de Sahin, que la acabó con un gran remate cruzado para el 3-0. Para ese entonces, Jairo alternaba buenas con malas y solo René Gómez sostenía al equipo con su solvencia de veterano de 20 años.

Con el partido ya definido, los turcos buscaron aumentar el marcador y tuvieron ocasiones para más. La Selecta, en cambio, se debatía entre evitar que llegaran más goles o adelantarse a buscar el del honor. Al final, casi instintivamente el equipo jugó a lo primero, con lo cual las llegadas ?cuatro remates a marco en todo el partido- desaparecieron.

Un duro golpe de realidad. El despertar del sueño no fue agradable, pero es lo que es. Se viene Australia y luego Colombia, ambas en un nivel superior. Por supuesto que se puede seguir soñando con ganarles y avanzar, pero también es bueno poner los pies sobre la tierra y admitir que las diferencias aún son lejanas, casi como de El Salvador a Turquía.