Me dan mucha tristeza las personas que hacen el siguiente razonamiento: “¿Por qué tanta bulla con el tema de amaños en la Selección, cuando hay temas mucho más importantes para nuestro país?”. Y sacan la lista de temas políticos, judiciales, económicos, de medio ambiente… Y dejan al fútbol, y al deporte en general, en la gaveta de abajo, la que poco interesa, la que no es “importante”.
Por esa miopía generalizada, por no entender que el deporte -y sobre todo el fútbol en nuestro país- puede ser un poderoso agente de cambio en las sociedades y culturas, es que no lo pueden comprender.
Es simple, y todo aficionado de verdad se los puede explicar a los “expertos”: La Selección es (¿era? ¿volverá a ser?) ese espacio único y especial donde, justamente, toda esa carga se volvía liviana. O, mejor, donde desaparecía. Mientras esos 11 tipos de azul y blanco jugaban, nos olvidábamos de la podredumbre política (diputados deshonestos de todo color); judicial (asesinatos, extorsiones, robos); económica (falta de empleo, salarios bajos); o medioambiental (corrupción, ignorancia), etc. Esos colores en ese uniforme nos servían para seguir adelante, eran un elixir. Uno más poderoso al gritar el himno en suelo ajeno. Y ahora, la Selección se manchó. ¿No lo entienden? Si esto no les parece “importante”… Que la mopía siga su partido.