“Estoy seguro de que así como lo hicieron hace dos años en el Mundial de Ravena, Italia, en donde se obtuvo el honroso cuarto lugar, de nuevo en Tahití nos volverán a regalar mucha felicidad, esperanza, optimismo, confianza en del deporte nacional”.
La voz del presidente Mauricio Funes retumba en el salón de la Casa Presidencial. Y sus destinatarios son esos 12 hombres de azul que buscarán otra hazaña. Algunos le dicen los Guerreros de playa, otros los Héroes de Ravena. Son la Selección nacional de El Salvador de fútbol playa, que el fin de semana se embarcará rumbo a la Polinesia Francesa. Por más gloria.
Sin tener absolutamente nada que ver, la actualidad de la Selección mayor ha repercutido en forma de admiración y aplausos para este grupo comandado por Rudis Gallo que irá otra vez a competir contra los mejores del mundo en su especialidad. Así lo afirmó el propio Gallo tras la entrega del pabellón. “La gente tiene que volver a creer en las selecciones de El Salvador”.
La bandera la recibieron Roberto Membreño, Tin Ruiz y Frank Velásquez. Otra vez fue Membreño quien habló en nombre del grupo y le respondió al presidente: “Vamos a dar el alma, el corazón y nuestras vidas en el terreno de juego en este nuevo mundial”, dijo el hombre de La Pirraya, que va por su cuarto mundial.
El presidente tampoco quiso pasar por alto en su corto discurso que “a través del Indes se invirtieron 60,304 dólares para que nuestra selección de fútbol playa participara en la eliminatoria del mundial realizada en Bahamas, donde obtuvimos la clasificación a Tahití 2013”.
Aunque la ceremonia se pautó para las 11:00 a.m. recién dio inicio a las 12:20 p.m. Sin embargo, los seleccionados nunca perdieron su habitual compostura y buen humor. Mientras esperaban al presidente no faltaron las bromas y risas entre los jugadores.
Entre los asistentes a la entrega del pabellón también estuvieron el presidente del Indes, Jaime “Chelona” Rodríguez, y el presidente de la Fesfut, Carlos Méndez Cabezas. Enemistados durante largo tiempo en esta reunión platicaron ante la vista de todos los periodistas. ¿Habrán tocado el tema de los amaños y las suspensiones a los jugadores? Nadie lo confirmó. Eso sí, la charla duró un buen tiempo.
Lejos de esa realidad, las palabras de elogio del presidente Funes y su esposa Vanda Pignatto fueron agradecidas por cada uno de los integrantes de la playera, que mencionaron haber sentido la emoción habitual ante la entrega de la bandera. Y Funes habló de Ravena: “En aquella ocasión los felicité y me referí a ustedes como verdaderos guerreros, porque eso es lo que son”, halagó.
También se habló de la actualidad del fútbol playa en el país. Y Funes volvió a anunciar los estadios de Apulo y de Costa del Sol, donde, informó, se invertirán tres millones de dólares.
José Matías Delgado y Monseñor Romero observan desde las pinturas del amplio salón y el acto se extingue. “Es un orgullo que atletas como ustedes representen a El Salvador”. Lo dijo Funes en el cierre, lo piensa el país.