SAN SALVADOR. Los números fueron rojos para la UES. Rojos como su color. Rojos de felicidad, porque el torneo sigue siendo bonancible para el trabajo que está haciendo. Y mucho más confortable porque consiguió el segundo triunfo del torneo ante un rival como Águila (2-1), que por un momento dejó en la cancha la sensación de que podía arrebatarle todos los puntos, pero lo frenaron.
Tanto escarlatas como migueleños tuvieron sus espacios, sus momentos, sus goles, pero la insistencia y el empuje que sobre el final puso la “U” fue determinante para saborear tres puntos. Cara opuesta la migueleña, que no puede romper su “mala racha”.
Hubo equilibrio en distintos tramos del partido, con más llegadas de Águila de cabeza, intentado sorprender al guardameta Douglas Batres. Los emplumados ejercieron presión pasando el primer cuarto, obligando a la UES a reventar balones y resguardarse.
Sin embargo, la actuación de Joel Ely Serrano estuvo certera, como hombre de proyección, y el acompañamiento bastante efectivo, por izquierda, de Jonathan Jiménez.
Si bien Julio Martínez y Gilberto Baires fueron insistentes para meter disparos al área, los universitarios terminaron poniéndose arriba. Al 39?, un balón rechazado lo recogió Serrano, lo acomodó y metió un disparo potente, de media distancia, para el 1-0.
Al complemento, la llegada del ghanés Edward Ababio con los “negronaranjas” le cambió la ofensiva y el perfil de peligrosidad a un Águila que pasó la mayor parte de sus pelotas por sus pies. Pero fue hasta que Jonathan Águila (64?), tras centro de Torres, conectó de cabeza la paridad.
En esos momentos, Águila se animó a encimarse y a buscar ese gane que se le niega en el Apertura. No obstante, dos jugadas peligrosas escarlatas solo fueron los telones del que sería el segundo tanto local. Un pase filtrado de Ricardo Alvarado al área lo encontró con panorama abierto Juan Lazo Cruz, que por bajo lo mandó al fondo del arco de Josué Coreas (83?).
Después, solo quedaron siete minutos para el festejo rojo que vale siete puntos. Mientras Águila sigue sin reaccionar y sin encontrar camino.