Tomás Hernández sigue en Tahití. Junto al profe Rudis Gallo se quedarán hasta un día después del torneo por la lamentable decisión de EE.UU. de no otorgarle visas de tránsito hasta El Salvador. Entonces deberán viajar vía Chile y recién el lunes habrá vuelo. Por eso, estarán presentes en las semifinales y final del torneo Mundial que tuvo a El Salvador como uno de los grandes protagonistas. “Se logró el trabajo que veníamos a realizar a Tahití. Dios así lo quiso y debemos agradecer a todos los que nos han apoyado. Me voy contento y alegre por lo que el equipo demostró adentro de la cancha; todos les pusimos ganas y empeño a los partidos”, dice Tomás en las calles de Papeete, con el celeste intenso del Pacífico de fondo.
A la hora de analizar los juegos de su cuarto mundial, Tomás asegura que “los errores contra Argentina nos estuvieron pasando factura. Pero luego nos ordenamos más y en el partido final contra España creo que fue el juego donde cometimos menos errores y fue el más táctico para nosotros. Esta vez, nos tocó perder”. Y agrega sobre ese parejo duelo de cuartos de final: “Cualquiera de los dos podía ganarlo, un error que se cometía iba a causar el gol. Ellos lo tuvieron y la aprovecharon. Fue ahí donde nos ganaron, pero el partido estaba para los dos”, asegura.
Sobre su rendimiento individual dice que “en este Mundial no estuve a mi cien por ciento pero siempre anduve activado y con ganas de ayudar a mis compañeros. Estoy alegre por el trabajo que hemos hecho. Y se me dio la oportunidad de meter un gol. En realidad, no creía que este Mundial fuera la excepción para meter al menos uno”, afirma quien ha marcado en las cuatro ediciones de la copa del mundo que jugó.
También hizo un balance, habló del futuro y agradeció a la afición: “El balance es parejo pues todos los muchachos andaban bien y Dios que nos dio fuerza para sacar los partidos adelante. Para el futuro se está planteando una gira a otro país para seguir. Y también quiero agradecerle a la gente que se desvelaba y nos estuvieron apoyando mucho”.
Por último, y aunque le gustaría haber viajado con todo el grupo (como hubiera correspondido), dice que en Tahití aprovechará para “ver los demás partidos hasta terminar el torneo. Será bonito mirar la final. Brasil es el equipo más favorito por lo que ha demostrado hasta antes de las semifinales pero nunca se sabe en este deporte”. Y lo dice uno que sabe en serio de fútbol playa. Tomás Hernández, un guerrero de cuatro mundiales.