Esta conquista de Mejía, hijo del ex esgrimista y ahora entrenador Óscar Mejía, permitió que El Salvador figurara en el podio final de esta competición de tan alto nivel competitivo.
Desde el arranque de la fase preliminar, Mejía se mostró con mucha confianza sobre la pista y de entrada eliminó en solvente combate al guatemalteco Carlos Pacay con puntaje de 15 a 5.
Ya en la ronda de octavos de final, Mejía se enfrentó al costarricense Sandi Torres, al que también doblegó con relativa solvencia 15 a 7.
Tras esta victoria, Mejía debió enfrentar en semifinales al canadiense Berlanger, quien le derrotó por 15 a 9, perdiendo la opción de ir por el oro y plata.
Otro de los salvadoreños que tuvo una destacada actuación fue Manuel Henríquez, quien avanzó hasta los cuartos de final, instancia en la que perdió ante el colombiano Lozano por 15a 11, finalizando así su participación.
Los otros dos salvadoreños que intervinieron en esta justa, Denis Reyes y Juan Francisco de Jesús, fueron eliminados en las rondas preliminares, por lo que no tuvieron mayores opciones.
Así todo quedó servido para que en el duelo final por el oro y primer lugar, se enfrentaran el canadiense Marc Berlanger y el ruso Nikita Gubin, ganando el primero con parciales de 15 a 11.