FAS es una familia, jugadores y afición tienen esa sintonía. El viernes fue un día diferente en la cueva del tigre. Todos se prepararon para una fiesta.
Desde que los jugadores entraron al camerino tenían presente que la pasarían bien previo al último entreno en su cancha.
Habían globos color azul y rojo para lanzarlos, el ambiente era imperdible. Pero lo mejor estaba en las gradas, específicamente en la tribuna alta, donde aficionados de la Turba Roja decoraron con pancartas. Una tenía la frase del más querido hasta el día de este sábado, Jorge “Mágico” González: “Tenemos positivitez”.
Con banderas alzadas y con pólvora fue recibido el equipo, al que le hicieron un pasillo, como si de una antesala se tratara bajo el sueño que la copa 18 está cerca de llegar.
La alegría era mucha. Según los jugadores, hasta la piel se les erizó por el ambienteque se vivió. Incluso algunos como Brayan Tamacas, Wil Castillo y Raúl “Perro” Renderos aprovecharon para tocar los bombos que usan los integrantes de la Turba Roja.
Williams Reyes bromeó con una sombrilla que le prestaron y que tiene el logo de FAS. “El viejo” fue animado para que busque el gol que le permita igualar la marca de 240 goles de David Cabrera, quien también vistió la roja tigrilla.
Lo más aplaudido fue cuando los jugadores cambiaron el rol de aficionados y entonaron algunos de los cantos que dedican sus hinchas en cada partido. Los que contagiaron al grupo fueron Carlos Carrillo y Luis “Motor” Contreras.
Fue un convivio inolvidable para la familia fasista. Duró como 15 minutos.
El volante Carlos Aparicio comentó que “fue algo impresionante ver esa unidad que existe con el aficionado, le dimos un poco de lo mucho que nos brindan, por eso cantamos como equipo mientras los aficionados observaban desde la pista del estadio. Todo se dio en 15 minutos y el domingo ese estadio será una fiesta”, dijo sobre el Cuscatlán.
Edwin Miranda, titular en FAS y quien termina contrato en la final, dijo: “Nos preeparamos porque ya sabíamos que la Turba nos visitaría. Fue algo lindo contagiarnos todos y cantar, porque admiramos el esfuerzo que pone el aficionado cuando nos apoya de local y de visita”.