Si me permiten una pregunta: ¿Por qué la investigación y los posteriores castigos no fueron suficientes para limpiar el fútbol, sino, al contrario, en la memoria colectiva generó más rechazo hacia la Selecta que hacia los señalados como ?amañadores??.
Digo esto porque, para muchos aficionados, decir Selección es como mencionarles al diablo. De inmediato el rechazo y la descalificación, muchas veces grosera.
No, señores, la Selección no son los ?amañadores?, mucho menos los dirigentes, ella es sólo la víctima de todo esto.
Y para terminar el abuso, permítanme mi respuesta, personal, por supuesto. Porque la investigación está rodeada de una densa neblina que no alcanza a ver si lo hecho ha sido lo justo. Porque el aficionado no sabe si se han castigado a los verdaderos culpables o si hay otros que han salido ?favorecidos?.
Porque los dirigentes no han sido capaces de explicar porqué se tardaron tanto en comenzar a ?podar las manzanas podridas? antes de que se les pudriera la cosecha completa. Porque el aficionado no es tonto y sabe que, si esto se hubiera comenzado a hacer allá por 2011, tal vez muchos de los jóvenes que ahora resultaron implicados, no hubieran caído en la tentación. Y la Selección sigue siendo la principal víctima. Si no es mucho pedir, señores, sean transparentes o, por dignidad, renuncien.