Una Selecta entre claros y oscuros

El boleto a Copa de Oro se logró y hasta un tercer lugar con poco tiempo. Porteros, defensas y volantes cumplieron... el ataque fue intermitente

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Una Selecta entre claros y oscuros

Por [ENVIADO ESPECIAL] Victor Zelada Uceda/ Twitter: @zeladauceda

2013-01-29 2:17:46

Cuatro juegos, un triunfo, dos empates, una derrota, dos goles a favor y dos en contra. Ese fue el balance en frío de El Salvador en Copa Centroamericana. Desde la óptica que fue un torneo “mediocre”, “sin vistosidad”, de poca renta ofensiva o de mucho trabajo táctico de parte de los equipos considerados no favoritos, El Salvador no brilló cómo se hubiese querido.

Todo tiene un trasfondo. ¿Qué más se le podía pedir a Alberto “Chochera” Castillo y a su equipo que ya partía con desventaja antes de competir? Puede escucharse conformista pero es lo que que se pudo armar ante la carencia de jugadores clave como Osael Romero, Rodolfo Zelaya, Steven Purdy y Dennis Alas que pudieron marcar diferencia. Sin figuras, este plantel fue a la batalla con la apuesta de la juventud (específicamente la base de aquella selección preolímpica que dejó buenas sensaciones).

La Selecta no tuvo un camino de rosas aunque sí tuvo que sentir los cardos para sobrevivir. Sus tres primeros rivales están clasificados a la hexagonal de Concacaf. Honduras, Panamá y Costa Rica. Fueron tres partidos con lectura distinta. El debut, contra el equipo de Luis Fernando Suárez, se vio una Selección con equilibrio y que supo responder en el momento del shock. Rafael Burgos invitó a soñar cuando marcó con sólo dos minutos después del susto de Jerry Bengston.

Fue un boom ese primer punto porque antes de participar muchos seguro firmaban la derrota y presagiaban que Panamá daría la estocada final y mandarían a la Azul a pelear por el repechaje. Llegó el segundo juego, con el desgaste de jugar dos días antes y con una Panamá descansada y favorita. Fue un 0-0 luchado que no tuvo el mismo sabor que el 1-1 ante Honduras porque se pasaron más apuros y porque fue la defensa y el portero Dagoberto Portillo quiénes se encargaron de evitar una fuerte caída.

¿Suerte o mérito?

El mérito estaba aunque no era lo esperado del todo. Rafa Burgos era el único que había marcado para la Azul. Sus compañeros en ataque Lester Blanco y Nelson Bonilla no tuvieron la puntería. Para entonces ya brillaban los dos contenciones Richard Menjívar y Darwin Cerén que fueron el corazón del equipo. Mucha entrega, sacrificio en la marca y la buena comunicación entre ellos era de admiración.

Para entonces la definición era el dolor de cabeza del entrenador y se encendían las alarmas en lo interno porque poco a poco se presentaron las lesiones que preocupaban: dolencias musculares, los tirones de aductores y las inflamaciones de tobillo. Los jugadores que más se resintieron fueron Burgos, Blanco, Monteagudo, Portillo, García, Cerén y Granadino.

Cuando llegó la cita de enfrentar a la anfitriona Costa Rica, la buena imagen de El Salvador del arranque de torneo perdía crédito porque no había clasificado cómoda en su grupo, ya presentaba síntomas de falta de gol y no era visto como un rival que pudiera dar la campanada para llegar a la final. Esto último se cumplió porque contra los ticos se jugó el peor partido. Con la salvedad de elementos como Portillo y Henríquez, el barco tambaleó con una derrota de 1-0. La misma prensa tica reconocía que su Selección no convenció del todo porque cuando más daño pudo hacer, el técnico Jorge Luis Pinto terminó con cinco defensas.

Preocupó que se sumó un segundo juego sin goles a favor y que los volantes Castillo y Gutiérrez no entraran conectados, necesitando el relevo de Darwin Bonilla y Hérbert Sosa.

Alegría y reflexión

El cierre contra Belice nunca se pintó para goleada porque este equipo salió respondón, tras explotar la virtud del orden defensivo aunque en ataque pecara de ingenuo. Este fue el único partido donde la Selecta llevó la iniciativa de principio a fin, volcado en ataque pero que sufrió para marcar. Nelson Bonilla volvió a tener la confianza y cuando anotó la Selecta había kilometrado 242 minutos sin gol. Esto bastó para que se colgara la medalla del tercer lugar y antes de jugar semis ya estaba clasificado a Copa de Oro.

Fue positivo que el técnico Castillo hiciera jugar a 18 de los 21 elementos que viajaron a Costa Rica. Richard Menjívar, Miguel Granadino, Derby Carrillo y Gerson Mayén pudieron debutar. Los dos primeros ganaron crédito porque fueron titulares en los cuatro partidos y con buenas actuaciones. Menjívar, con su juventud, hizo olvidar por ratos a Dennis Alas, y “Grana” fue un buen relevo de “Mardo” a falta de Purdy. Carrillo, pese a que fue poco exigido, demostró que en juego aéreo puede ayudar mcuho y Mayén puede resolver cuando se necesita de un creativo, después de no contar con Osael.

Hay materia prima en la Selección. Burgos, el nuevo capitán, puede levantar su nivel; Lester igual, y así otros más. Es de conjuntar las piezas pero los fogueos serán clave. “Chochera” tiene uno contra Paraguay en 10 días, si llega a tener más podría dar batalla en Copa de Oro y si el apoyo no se pierde se puede comenzar a construir sobre esta nueva generación.